2021-03-29-brujula-sociopolitica-la-agenda-por-reaccion-que-marcara-momentos

Brújula Sociopolítica / La agenda por reacción que marcará momentos

Eduardo  Jaramillo  Rodríguez

Presidente del Consejo Académico Ciudadano para la Calidad Pública

Mecanismos Anticipatorios

La pandemia es un recordatorio de las debilidades de los mecanismos anticipatorios y de nuestra falta de preparación para hacer frente a crisis futuras. Si la Covid-19 ha sido una especie de examen, colectivamente hay que optar a una segunda convocatoria. 

La irrupción de la pandemia en 2019, el sentimiento de vulnerabilidad que se ha extendido por todo el planeta y la rapidez e intensidad con la que ha cambiado nuestra vida cotidiana, nos ha recordado la fragilidad de lo que creíamos fuerte, y la maleabilidad de lo que pensábamos inmutable. Hoy somos mucho más conscientes de la inmediatez y la contundencia con la que pueden imponerse cambios inesperados. 2020 ha sido un año de perplejidad. La intensidad del shock y la ausencia de precedentes recientes de una magnitud parecida se tradujeron en confusión, dudas y deficiente capacidad resolutiva. 

Sin embargo, 2021 es un año de acción, de decisiones individuales y colectivas cuyo impacto irá mucho más allá. 2021 vendría a ser una especie de bifurcación, una coyuntura crítica, un momento lleno de riesgos, pero también de oportunidades que pueden aprovecharse o no. Cuando dentro de diez años intentemos trazar el origen de las dinámicas que marcarán entonces tanto las relaciones interpersonales como las relaciones internacionales, buscaremos su origen en la crisis de 2020 y en las decisiones que se están tomando ya. 

Sinónimo de construcción

2021 debe ser sinónimo de construcción o de reconstrucción. Desde la aparición del virus en Wuhan se han perdido muchas vidas, empleos e incluso la confianza en algunas instituciones. Las noticias sobre nuevos tratamientos y vacunas generan esperanza y podrían apuntalar señales de recuperación en algún momento de 2021. ¿Para todos? ¿Qué hacer con aquellos que quedan al margen de los programas de vacunación, con los territorios y personas que sufren otras crisis que no son la sanitaria, o aquellos que corren el riesgo de quedar atrás ante la aceleración de cambios propiciada por la pandemia? El mundo pre-coronavirus ya era profundamente desigual, pero las decisiones que se toman en 2021 o bien corregirán o bien ampliarán esas desigualdades a múltiples niveles. 

Disyuntivas

Organizaciones internacionales cuestionadas, una China que no encuentra su encaje y un orden liberal erosionado por aquéllos que lo crearon. El mejor ejemplo tuvo lugar en Naciones Unidas. Ante uno de los peores desafíos a los que se enfrentaba la humanidad, el Consejo de Seguridad de la ONU sólo fue capaz de acordar la resolución 2532 sobre la Covid-19 el 1 de julio, tras tres meses de deliberación y bloqueos y con diez millones de casos registrados en los sistemas de salud.  

La emergencia sanitaria ha dado pie a dos respuestas contradictorias. Por un lado, ha reactivado reflejos cooperativos, ha recordado que la pandemia es uno de los muchos retos que solo pueden abordarse globalmente y ha fortalecido redes de cooperación a escala regional - en África, por ejemplo - y también entre ciudades a nivel global. Por otro lado, no han faltado las reacciones proteccionistas o incluso nacionalistas. Todo esto acompañado por una voluntad renovada por parte de potencias (re) emergidas para ampliar sus áreas de influencia, utilizando la ayuda sanitaria como parte de su arsenal diplomático. 

La etapa de las Vacunas

Hacer llegar la vacuna a los países de menor renta o a espacios en conflicto supone un reto económico, político y logístico que sólo podrá realizarse con más cooperación internacional como la que encarnan iniciativas como COVAX y en la que participan gobiernos, organizaciones internacionales y fundaciones privadas. Una de las paradojas de 2021 es que aquellos países con acceso a la vacuna rápido y generalizado, son algunos de los que deberán gestionar mayores recelos de su población a vacunarse. Junto a estos reflejos cooperativos, emergerá la geopolítica de la vacuna. De la misma forma que China o Rusia se volcaron en la provisión de material sanitario de primera necesidad, en 2021 lo hacen con sus vacunas. La Unión Europea y sus estados miembros, que habrán adquirido más dosis de las que necesitan, intentarán por su parte recuperar el terreno perdido en 2020 con la promesa de donar parte del excedente. 

Efectos secundarios de COVID

Uno de los muchos efectos secundarios de la Covid-19 es la agravación de crisis humanitarias por el aumento de la pobreza, la disminución de la ayuda internacional disponible o las dificultades logísticas para hacerla llegar. Hay casos extremos como el de Yemen, pero la tendencia podría generalizarse. La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advertía que, a octubre de 2020, sólo había recibido el 38% de los fondos necesarios. La FAO alertó también en su informe anual de 2020 de un aumento de entre 83 y 132 millones de personas desnutridas en el mundo. Hasta aquí y hasta ahora.

Pandemia en la sombra

 El informe preparatorio de la Conferencia de Seguridad de Múnich describe esta situación como una “polipandemia”: sumado a la regresión en materia de desarrollo, pobreza y hambruna, constataba un aumento de la represión, la fragilidad de algunas instituciones estatales y el arraigo de distintas formas de violencia. En esa misma línea, ONU Mujeres advertía de una “pandemia en la sombra” poniendo el foco en la mayor vulnerabilidad de las víctimas de violencia de género en un contexto de confinamiento. Otra forma de violencia que se ha adaptado a la situación de la pandemia es la del crimen organizado, reforzando o expandiendo su control sobre la población y el territorio, como relata un informe del International Crisis Group en el caso de Latinoamérica. Además, en 2021 las crisis humanitarias pueden agravarse por desastres naturales cada vez más frecuentes y devastadores o con el deshielo de conflictos congelados durante la última mitad de 2020 en el Cáucaso, el cuerno de África o el Sáhara. 

Acumulación de Crisis

La acumulación de crisis seguirá alimentando el debate sobre cuáles son los motivos que hacen que algunos países o sociedades estén mejor preparados para hacer frente a la pandemia y sus efectos: autoridad, cohesión o valores. En 2021 observamos factores y modelos que propician recuperaciones más rápidas, justas y sostenibles. Junto al debate sobre el autoritarismo, reforzado quizás por el centenario del Partido Comunista Chino, se discutirá también si el populismo ha tocado techo tras la derrota - menos severa de lo que se había pronosticado - de Donald Trump. 

Biden

Precisamente, la llegada de una nueva administración en Estados Unidos generó expectativas para la revitalización de un multilateralismo de geometrías variables. En algunos casos podremos ver un retorno a las organizaciones y agendas de carácter global, con la OMS como una de las protagonistas. En otros, ante la ausencia de soluciones de alcance global o ante la disfunción de los mecanismos que deberían facilitarlas, como sucede con los constantes bloqueos del Consejo de Seguridad o la Organización Mundial del Comercio (OMC), se avanzará en clave regional o interregional y sobre la base de agendas temáticas compartidas. 

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Nacional
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