¿Consecuencias Dañinas en el País por Divorcio Entre Economía y Política?
Pocas veces hemos visto en México armonía entre Economía y Política, lo más común es el divorcio entre estas actividades fundamentales del desarrollo nacional, y es que la economía tiene miras de largo plazo con planificación, medición y evaluación; en cambio la política busca una utilidad electoral inmediata, lo grave son las consecuencias dañinas que se ocasionan para el avance del país.
La única ocasión de armonía entre economía y política en México, fue durante el periodo estabilizador en las décadas de los 50 y 60, con un crecimiento económico promedio del 6% anual que le valió al país el calificativo de “el milagro mexicano” porque mantuvo estable su relación peso-dólar en 12 pesos con 50 centavos y alcanzó niveles asombrosos de desarrollo político, social, educativo, cultural, de infraestructura industrial, comercial, agropecuaria y de comunicaciones.
El resto de la historia está plagado de pleitos, desencuentros, revanchas, traiciones, venganzas y zancadillas entre sectores y actores de la economía y la política, llegando a extremos absurdos como nacionalizar la banca a finales de un sexenio, y prometer la privatización al siguiente, con los consecuentes efectos devastadores para la economía de la nación y de las familias mexicanas.
Para los políticos de ayer y de hoy lo importante es privilegiar lo que tiene valor electoral inmediato, lo que reditúa popularidad y por ello le rehúye a las proyecciones de largo alcance que implican poner cimientos que nadie verá y menos aplaudirá, para que otros, lleguen a poner los acabados y a recibir los votos y las loas en la ceremonia de inauguración.
Contra toda lógica de sentido común, una vez que asumen los cargos, destruyen obras en proceso, cancelan programas de desarrollo, inventan nuevas prioridades y crean nuevos modelos de trabajo y honestidad, y así México ha padecido desde la “Renovación Moral de la Sociedad” hasta la “Cuarta Transformación”.
La economía, en todo el mundo, demanda garantías de seguridad pública, social y jurídica para invertir con certeza en acciones de corto, mediano y largo plazo.
No parece muy complicado armonizar la exigencia económica con la práctica política, pero la polarización actual demandaría un verdadero milagro en México.
*Licenciado y Maestro en Periodismo
Twitter: @luciorm
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