Leobardo Hernández
En el marco de la firma de un convenio interestatal entre la Ciudad de México y el Estado de México, Alhely Rubio Arronis, secretaria de Medio Ambiente mexiquense, destacó que, además del trabajo colaborativo, éste se sustenta en la especialización, donde no sólo se reforesta, sino que se procura que el nuevo arbolado sea el indicado para desarrollar nuevas zonas boscosas.
En Ocoyoacac, y acompañada de Humberto Peña Fuentes (director de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural) y Yadira Maribel Villela (presidenta del comisariado de Bienes Comunales de San Pedro Atlapulco), Alhely Rubio que con estas acciones “vamos a una metrópoli verde”.
Resaltó que dichas actividades consisten en sembrar "volumen de árboles adecuado en el tiempo adecuado y de las especies adecuadas" con el objetivo de que prevalezca el arbolado. Igualmente señaló que se mantiene el intercambio permanente de semillas nativas con la comisión que dirige Peña Fuentes para no trastocar tampoco los ecosistemas propios de las regiones donde se impulsan las reforestaciones.
En este sentido, apuntó que es vital la colaboración con el gobierno de la capital del país para desarrollar más áreas verdes en las zonas metropolitanas colindantes con el Estado de México, pues "Dependemos de los mismos bosques".
En este renglón, Peña Fuentes agregó que los árboles donados para reforestar esta zona son producidos en Xochimilco y se trata de especies nativas de esta región con la finalidad de que prevalezca su desarrollo ante las condiciones ambientales naturales y pese a los cambios por la mano de los seres humanos.
En tanto, Maribel Villela resaltó la importancia de preservar el llamado Bosque de Agua, que se extiende entre Edomex, CDMX y Morelos, pues captura alrededor de 50 mil toneladas de carbono por año, por lo que, además de la donación recibida, por su cuenta plantará 385 mil nuevos árboles en San Pedro Atlapulco.
Igualmente resaltó que dicho bosque enfrenta amenazas como la tala clandestina, la cacería y las plagas, así como la extensión de la mancha urbana por el desarrollo inmobiliario al compartir territorio con la alcaldía de Cuajimalpa, lo que pone en predicamentos a especies de flora y fauna endémicas como el venado Cola Blanca, que aún habita dicha región.
Asimismo enfatizó que con el trabajo comunitario del comisariado se logró reducir el impacto de incendios forestales a sólo 20 hectáreas.
En esta reforestación participaron niñas y niños de la escuela primaria ‘Emilio Partes Gil’, hecho que consideró Villela fundamental para fomentar el amor por la naturaleza desde la infancia y el arraigo para preservar estas zonas, “que luego no quieran vender”.
(Foto: Leobardo Hernández)
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