Martha Romero
La diputada Paola Jiménez Hernández dejó de formar parte de la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la LXII Legislatura de Estado de México el jueves 12 de septiembre por la mañana. Lo decidió por no estar de acuerdo con la instrucción de la dirigencia nacional priista de votar en contra de la reforma constitucional al Poder Judicial. No lo hizo a favor, pero se abstuvo de votar.
Había anunciado su determinación en la reunión del grupo parlamentario priista previa a la sesión deliberante en la que se aprobó la minuta enviada por el Senado de la República a los Congresos estatales. Ahí les dijo a quienes ahora son sus excompañeros de partido y de bancada que se quedaría como diputada sin partido o independiente y que no se plegaría a ningún interés partidista.
Por eso su sorpresa al conocer por la tarde la versión de que el partido la había expulsado, cuando, narró a Acta Semanal, ella tomó esa decisión horas antes, “porque no se puede estar donde no están las convicciones y, sobre todo, donde no hay congruencia con la agenda social”.
“Yo incluso anuncié en la reunión previa de la fracción el sentido de mi voto; ahí me manifestaron cuáles iban a ser las consecuencias, primero como un anuncio, y luego ya fueron subiendo de tono. Y lo que a mí centralmente me importa, más que pensar en la actividad del partido, es pensar en mi actividad como diputada. Yo estoy aquí para legislar para la ciudadanía, no para trabajar y obedecer a un partido político”, añadió.
Paola Jiménez agregó que no está de acuerdo en la manera como han venido operando las dirigencias nacional y estatal del PRI, que no permiten que haya un pensamiento que no tienda a una línea sectaria, además de que, sin duda alguna, se necesita una reforma judicial.
Violencia estructural
En la sesión del Pleno de ese día, la diputada local, que los es por segunda vez consecutiva y que presidió la Comisión para la Igualdad de Género en la anterior Legislatura, tomó la palabra para explicar desde la tribuna su postura frente a la reforma constitucional. No habló en ese momento de su decisión de abandonar a su partido, pero sí de a quiénes considera que la reforma debe tener como centro de atención: a las víctimas, destacó, que han quedado indefensas ante la violencia estructural del Estado, a quienes han sido vulnerados y a quienes han padecido el sufrimiento social que causa la indefensión ante la ausencia del Estado”.
En la conversación con este medio, Paola Jiménez abundó en que la reforma tiene mecanismos que deben mejorarse, “porque hay mucha impunidad en el país y a quienes más lastima es a las mujeres, porque la probabilidad de que un delito cometido sea resuelto en México es de tan solo del 0.09%”.
Resaltó que de acuerdo con el último Índice Global de Impunidad publicado a través de México Evalúa, más del 96% de los casos quedan impunes, porque de cada 100 delitos que se cometen en el país solamente 6.4 se denuncian, y de estos delitos denunciados solamente 14 llegan a una resolución por parte de un juzgador.
“Hoy tenemos, lamentablemente, el número más alto de feminicidios, somos un país feminicida, somos un estado feminicida, yo vivo en un municipio feminicida, entonces lo importante es apuntar hacía allá. Mi convicción son las mujeres que se encuentran en violencia sistémica y estructural y que han sido olvidadas y abandonadas”, apuntó.
Consideró también que se tiene que voltear a ver a los ministerios públicos y a las fiscalías, para que aquellos delitos que más han afectado a las mujeres no prescriban, como los abusos sexuales o los feminicidios, y para que verdaderamente los juzgadores actúen con perspectiva de género, de interseccionalidad y de vulnerabilidad, dependiendo del caso, de la situación y de quienes sean las víctimas, pero que todas tengan un juicio mucho más claro y transparente.
Insistió en que la reforma al Poder Judicial no solo debe centrarse en los juzgadores, sino en las victimas, porque las causas institucionales y estructurales de la impunidad radican en todos los poderes.
Los mensajes de la diputada Paola Jiménez desde la tribuna suelen ser poderosos, la realidad y la causa de las mujeres exigen que así sea. Esta vez, quizá, en sus palabras ya se advertía un inminente salto a la libertad:
“Aquí, en mi voz, están las de miles de mujeres que al no recibir una medida cautelar a tiempo fueron víctimas de feminicidio; aquí, en mi voz, está la de la niña de cuatro años que ante la comprobación de un abuso el juzgador lo dejó libre porque la niña no supo dar la hora exacta. A mí nunca me importará el costo político que traen las diferencias, si yo estoy aquí es para estar del lado de quienes el sistema ha ignorado”.
Foto: Especial Acta Semanal.
Sección: Política |
Vistas: 1044 |