Ana María López
El jueves 25 de julio terminaba con la confusa noticia de la captura, entrega o rendición pactada de Ismael el Mayo Zambada, cerebro del cártel de Sinaloa, el capo cuya leyenda afirmaba que antes de ser arrestado prefería morir, y quien cayó presuntamente traicionado por Joaquín Guzmán López, uno de los cuatro chapitos, hijos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, preso hoy en la prisión de alta seguridad de ADX Florence, en Colorado, Estados Unidos.
Trece días después, el 7 de agosto, se dio a conocer otra noticia relacionada con otro capo de alto nivel: Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), a quien el juez de la Corte del Distrito Este de Nueva York, Brian Cogan, negó un nuevo juicio y confirmó que el 9 de octubre próximo se le dictará sentencia por los cinco cargos de narcotráfico de los que un jurado lo encontró culpable en febrero de 2023.
A la trama de esta historia, hay que agregar que el sábado 10 de agosto, Frank Pérez, el abogado de Zambada, circuló entre varios medios una carta presuntamente escrita por el capo. “Es una patraña, una broma de mal gusto, el Mayo no la escribió”, afirma Francisco Cruz Jiménez, reportero experto en el tema, en entrevista con Acta Semanal.
También habla de la posibilidad de que Zambada, Guzmán y García busquen negociar con la justicia estadunidense y entregar información a cambio de convertirlos en testigos protegidos, escenario en el que las miradas se han vuelto hacia los probables blancos de sus acusaciones, fundamentalmente los expresidentes panistas Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón Hinojosa, jefes ambos de García Luna en sus respectivos sexenios, aunque también hay quienes, desde la derrotada oposición, desean fervientemente que el presidente Andrés Manuel López Obrador acabe siendo involucrado con el crimen organizado, ya sea por los capos o por la propia DEA, esta, en venganza por las restricciones para operar en México que este gobierno impuso a sus agentes.
Cruz Jiménez dice que si unos u otros tuvieran un solo elemento para inculpar a López Obrador, lo hubieran utilizado antes de las recientes elecciones, y así habrían provocado la caída no solo del mandatario, sino de su sucesora Claudia Sheinbaum Pardo y del mismo movimiento lopezobradorista, de manera que el PRI y el PAN gobernarían y la DEA hubiera dado un giro al sistema político mexicano. Pero no, claramente no lo tienen, opina el periodista.
Hay quienes suponen que Zambada podría revelar información que involucre a AMLO con el crimen organizado, ¿qué opinas al respecto?
No. Absolutamente, no. El problema de mucha gente que escribe sobre narcotráfico es que lo hace desde el escritorio. He escuchado que dicen que el Mayo tiene 50 años controlando al cártel de Sinaloa. El problema es que este se creó en 87, y sí, él es uno de los cuatro fundadores, con Joaquín Guzmán Loera, el Chapo; Juan José Esparragoza Moreno, el Azul, que ya desapareció, y Luis Héctor Palma Salazar, pero Zambada no era un capo de gran nivel, sinos hasta que arrestan por primera vez al Chapo, en Guatemala, él empieza a cobrar relevancia.
Sobre su caída, hay muchas teorías, alguna muy descabelladas; por ejemplo, que hubo una intromisión de la DEA en México, o del FBI, se puede dar, pero no hay una sola evidencia de esto. La más real es que el Chapito Joaquín Guzmán López negoció y lo entregó, pero sería muy extraño, con la experiencia del Mayo, que se hubiera dejado embaucar. Este caso tiene que armarse siguiendo muchos puntos: Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, su hijo, se entregó y es testigo protegido, y estaba en contacto constante con su papá. Antes de que lo capturaran y fuera enviado a EU, había sido agente de la DEA, un delator, un soplón, y desde hace por lo menos cuatro años había negociaciones para que se entregara, y el Vicentillo se encargó de estar hablando con su padre.
¿Es probable que lo haya traicionado el Chapito? ¿Es probable que fuera una rendición pactada? También. Él ya se quería entregar, está enfermo, y puede ser que sea una rendición pactada a través de una entrega con el Chapito, porque si hubiera habido una traición, en este momento habría una matazón en Sinaloa, y no la hay, pero desconocemos muchos datos.
El embajador Ken Salazar dijo que Guzmán entregó a Zambada, y este, en una carta difundida el sábado por su abogado, dijo haber sido emboscado al llegar a una reunión a la que asistiría el gobernador de Sinaloa y en la que fue asesinado Héctor Cuén Ojeda, ¿cuál es tu análisis sobre estas declaraciones?
Esa carta es una patraña, una broma de mal gusto, la prensa está inventando muchas cosas; Zambada no la escribió. Hay muchas contradicciones. Dice que llevaba solo cuatro guardaespaldas. ¿De verdad, un tipo que tiene toda la vida como el capo más sanguinario, el más inteligente, iba con cuatro guardaespaldas? No lo creo. ¿Llegó con cuatro guardaespaldas y les pidió a dos que se quedaran lejos? Y cuando el gobernador de Sinaloa dio a conocer que el día de la supuesta reunión no estaba en Sinaloa, sino en Los Ángeles, California, la versión cambió y se dijo que el encuentro había sido antes.
También dice la carta que Héctor Melesio Cuén Ojeda, diputado federal electo y exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa fue asesinado al mismo tiempo y en el mismo lugar en que el Mayo fue secuestrado, y no por la noche de ese jueves, como dijo la autoridad. ¿Cómo lo sabe? Se supone que el Mayo fue metido en un cuarto oscuro, lo cubrieron con una capucha y lo subieron a una camioneta y a un avión. ¿Cómo puede saber también que los dos guardaespaldas que entraron con él fueron asesinados? Hay cosas que no cuadran y que hacen pensar que la carta del abogado Frank Pérez es una patraña.
Un reportera dijo hoy que los narcos se están arrestando a sí mismos, pero los capos no se arrestan, se traicionan o se matan, y en este país lo hacen desde la década de los 1980, cuando rompieron el pacto de no traicionarse.
También me pregunto: ¿cuándo decidimos en este país que los narcos son una voz autorizada para vincular a alguien al crimen organizado sin pruebas? ¿Lo pueden hacer? Sí. La cuestión es que son capos. Si alguien del gobierno, de la 4T en este caso, tiene vínculos con el narco, debe tener pruebas de entregas de dinero, de negociaciones, de reuniones con los capos. Si están involucrando al gobernador de Sinaloa o al presidente López Obrador tienen que presentar pruebas.
¿Cuándo les dimos a los capos el derecho de acusar sin pruebas? Son criminales. Cuando están en un juicio en México o en Estados Unidos como testigos, se valoran las pruebas y los dichos. Si una persona dice: el gobernador de Sinaloa tiene vínculos, el trabajo los periodistas es investigar, atar cabos y decirle a la gente: este es el proceso de investigación. Si un periodista acusa, tiene que presentar pruebas, o es para golpear políticamente
El caso está superenredado; nadie ha investigado versiones de que Marko Cortés Mendoza era amigo personal de Melesio Cuén y de que Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano habrían pactado con él. La oposición está involucrada en el caso del Mayo. Pero si vamos a publicarlo, hay que decir que son versiones.
Este fin de semana, el presidente López Obrador respaldó al gobernador de Sinaloa y advirtió algo que hemos documentado: la DEA no va a dejar de tratar de enlodar a su administración.
También la Fiscalía General de la República, que abrió una investigación, informó que puede configurarse el delito de traición a la patria en el presunto plagio del Mayo, porque en el artículo 123 del Código Penal Federal se establece que la traición a la patria la comete, entre otros supuestos, quien prive ilegalmente de su libertad en territorio nacional a una persona para entregarla a una autoridad extranjera.
Yo sostengo mi análisis en el sentido de que todo es para apoyar la campaña de Kamala Harris en Estados Unidos. Esto apenas empieza, y nadie está siendo racional, todos quieren tener la exclusiva. El Mayo es un gran tema, es como una novela mal escrita.
¿Qué tipo de arreglo con las autoridades estadunidenses podría estar buscando Zambada?
El cártel tiene cuatro grandes células: la del Mayo, que tiene un hijo todavía que se puede hacer cargo, y cuatro hijas que han sido vinculadas con lavado de dinero. Así que se puede entregar y llegara a un arreglo con la DEA para que no molesten a sus hijas e hijo, y conservar su parte en el negocio.
Está la célula de Los Chapitos; la de Rafael Caro Quintero, que sigue activa, y la del hermano del Chapo Guzmán, el Guano.
¿De estas células cuál es la más temible?
La del Mayo. Era el cerebro de ese cártel, y todos sus pistoleros están vivos. Dicen que mataron a sus guardaespaldas, ¿pero dónde están las evidencias? ¿Y dónde está la reacción de los grupos que controla el Mayo? Su hijo y sus hijas están involucrados directamente en las actividades del cartel de Sinaloa, lo mismo que hicieron los Chapitos cuando capturaron a su papá y lo mandaron a EU.
La célula que no se nota, pero que está muy activa, es la del Guano, Aureliano Guzmán Loera, que es igual de escurridizo y tan violento como su hermano. La menos activa, la más diezmada, es la de Caro Quintero, porque otra vez está en la cárcel.
Y en el caso de los hermanos Guzmán López, ¿qué elementos tienen para negociar?
Hay muchas cosas que ir atando. ¿Por qué enviaron al Chapito a un juzgado federal en Chicago, con una jueza que va a juzgar también a su hermano Ovidio. Ovidio no es que esté libre, es testigo protegido, y va a jugar el papel que jugó el Vicentillo, de dar información que tiene de todos los presidentes a partir de Carlos Salinas de Gortari, quien era presidente cuando se formó el cártel de Sinaloa, en 1987.
Por otro lado, el Mayo Zambada sabe todos los secretos del gobierno de Ernesto Zedillo, cuando la familia de sus esposa controlaba el cártel de Colima; también tienen evidencia de cómo negoció el cártel de Sinaloa directamente con García Luna, y sobre el gobierno de Calderón tiene todo.
¿Por qué debería estar preocupado López Obrador? La DEA está enojada con él, igual que el FBI, la CIA, el Servicio Secreto, todas las agencias que desde el gobierno de Salinas de Gortari operaban en México con carta abierta, porque en 1988 llegaron a un acuerdo con Salinas para validar el fraude contra Cuauhtémoc Cárdenas a cambio de operar como quisieran. No solo el PAN validó el fraude de ese año, también en EU.
En 2006 pasó lo mismo. Un mes antes de las elecciones, un consejero del IFE le fue a avisar a la embajada de EU que López Obrador iba a perder por un pequeño margen. ¿Cómo llegó Calderón a la presidencia? Pues Estados Unidos le puso la misma condición que a Salinas, incluso el FBI y la CIA operaban adentro de la Procuraduría General de la República, y con Peña fue igual.
Pero con el gobierno de López Obrador todo cambió…
Lo primero que hizo López Obrado fue pedir un censo de todos los agentes que estaban en México y luego los fue corriendo hasta que se limitaron al número oficial. Todas esas agencias están enojadas con López Obrador. Mucha gente me dice que están esperando que termine su gobierno para arrestarlo. Pero si tuvieran algo contra él ya lo hubieran agarrado. ¿Le pueden inventar algo? Sí. Estados Unidos puede hacer lo que se le pegue la gana.
Pero si cualquier capo de alto nivel hubiera tenido algo contra López Obrador, lo hubiera presentado en 2006, en 2012 y en 2018 o en estos momentos. Imagínate lo que hubiera pasado en las elecciones, cuando empezaron con la campaña de #narcopresidente y #narcocandidata. Si la DEA hubiera tenido algo, habría tirado al presidente López Obrador, a Morena y a Claudia Sheinbaum, y hubieran acabado con el movimiento lopezobradorista. Lo hubieran hecho a través de los periodistas Tim Golden y Anabel Hernández, con New York Times, Washington Post, Insight Crime, aunque sí lo intentaron, esa fue una conspiración espantosa.
Si hubieran tenido una sola prueba, la oposición mexicana habría ganado las elecciones y la DEA habría cambiado el sistema político de este país. Lo intentaron. La DEA, el FBI, la CIA, si hubieran tenido una prueba la hubieran presentado y en este momento el PRI y el PAN estarían gobernado a través de Xóchitl Gálvez Ruiz, una mujer que se fue a vender a Estados Unidos.
¿Cómo se beneficia la campaña de Kamala Harris con la caída de Zambada?
En las últimas semanas escuchamos de Donald Trump que quiere bombardear México, que a los capos los iba a catalogar como terroristas y así podrían invadir México. ¿Qué pasó con la caída del Mayo? Que tienes a un capo caído en un movimiento político que puede atribuirse al presidente Joe Biden, y que de momento va a impactar en las campañas políticas de Estados Unidos. Es un movimiento político, porque mientras uno está amenazando con invadir, de pronto llega Biden y dice: no necesitamos invadir México ni bombardearlos, aquí están los capos.
Supongamos que pudieran inventarle algo a López Obrador. ¿Estados unidos se va a jugar el boleto de embroncarse con el gobierno de México? No. Si a la presidencia hubiera llegado alguien del PRI y el PAN te diría que sí, pero va a llegar una mujer que sale del movimiento de AMLO, y pelearse con México sería contraproducente para nosotros, pero para ellos también. Imagínate que el Ejército y la Marina mexicanos dejaran de colaborar con ellos, combatir al crimen pero con políticas propias, ¿qué pasaría? Se inundan de drogas, en el momento en que tienen una pandemia por el fentanilo, que les causa 120 mil muertos al año.
La caída de Zambada beneficia a Kamala Harris, la candidata demócrata a la presidencia de EU. El Mayo es una cabeza política, está jugando un papel político muy importante, en medio de un proceso electoral, para fortalecer la campaña de Harris.
El otro asunto relevante de los últimos días es el de la sentencia a García Luna, cuya solicitud de un nuevo juicio fue rechazada. ¿Él también puede negociar información todavía?
García Luna es un criminal con todas las de la ley, y su sentencia puede ser de 20 años a cadena perpetua, pero todavía puede negociar. En Estados Unidos no importa que sea un criminal convicto con cadena perpetua. Si oferta buena información, llega a un acuerdo con ellos. La cuestión es que el caso de García Luna es muy complicado para él. Los mafiosos tienen un código, y el primero, el más importante, es proteger a la familia. Si llega a hablar, lo van a hacer testigo protegido, le van a dar nueva identidad a él, a su esposa y a sus hijos. La cuestión es cuánto tiempo te puede proteger el Gobierno de EU.
Ya ha habido casos de mexicanos tan poderosos como él. En el gobierno de Carlos Salinas de Gortari había un superpolicía con el mismo poder que García Luna, Guillermo González Calderoni, que también trataba de controlar a los cárteles del narco de la época y no pudo.
Cuando terminó su sexenio González Calderoni se fue a entregar, lo protegieron un tiempo, pero unos años después se descuidaron, pensando que ya la había librado, y un día tuvo una audiencia en McAllen y lo cazaron y lo mataron. La justicia de EU no te puede proteger toda la vida.
¿A quién tendría que entregar García Luna como para que lo hicieran testigo protegido?
Nada mas tiene a dos arriba de él: Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón Hinojosa. La cadena demando es muy clara. Y a muchos otros. Tiene en su poder millones de expedientes, los que valen son como 500 mil, de todos los políticos del PRI y del PAN involucrados con el crimen organizado; empresarios involucrados en corrupción y otros delitos; la cúpula de la Iglesia, involucrada en pederastia. Sabe los secretos de los personajes que operaban hasta el 30 de noviembre de 2018.
Para legar a un acuerdo con EU, tendría que entregar a personajes como Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón o Enrique Peña Nieto, con quien no trabajo formalmente pero sí su gobierno le entregó a García Luna 750 millones de dólares. Puede entregar a los expresidentes, quienes hasta 2018 formaron una mafia política.
García Luna va a llegar a la audiencia de sentencia con nuevos cargos: conspiración. Los fiscales le probaron que intentó corromper a tres reos para que declararan ante el juez Brian Cogan que hubo una conspiración para mantener a García Luna.
¿A qué atribuyes que García Luna haya actuado de un modo que lo comprometió más aún?
En el momento que cayó preso, entró en pánico. Intentó hacer lo que hacía en México, se le olvidó que estaba en EU. Un tipo con tanto poder de pronto queda indefenso, y todo ese poder no le sirvió para nada y empezó a buscar salidas. Se le olvidó que estaba en un país en el que se graba todo. No se dio cuenta. ¿Cómo no quería que lo agarraran si se les fue a entregar?
¿Esa confianza excesiva con la que llegó a EU pudiera estar basada en la impunidad con la actuó durante años?
Lo que pasa es que él pensó que EU lo iba a proteger, porque lo protegió en México. Él tuvo relaciones de complicidad con la DEA. Lo que se le olvida a García Luna, como a muchos otros, es que EU no tiene amigos ni socios, sino intereses.
De 2001 a 2012 García Luna controló todo y le dio todo a la DEA, a la CIA, al FBI. El Servicio Secreto operaba en México con conocimiento de él y de Felipe Calderón. Les entregó muchas cosas y se sintió confiado, se sintió por encima de todos y se le olvidó que EU nunca se va a sentarse a sí mismo en el banquillo de los acusados. Cuando un agente de la DEA, el FBI o de cualquier corporación policiaca de inteligencia o espionaje se corrompe, EU se juzga en silencio.
Pero todavía tiene posibilidades de negociar. Cualquier reo que tenga información que le sirva a la inteligencia estadunidense puede negociar y ser testigo protegido, pero Genaro García Luna se enfrenta a mafias poderosas, la de Salinas de Gortari, de Peña, de Calderón. Si después de que el juez le dicte condena visualiza que va a estar mucho tiempo en la cárcel, va a negociar, pero esa mafia lo va a encontrar un día.
Fotos: Web y especial Acta Semanal.
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