Orlando Salinas Cesáreo/Martha Romero
El estado de México ha sido severamente castigado por las lluvias este 2024. Debido a las inundaciones y deslaves registrados en varios municipios, en el Valle de México han resultado afectadas, según cifras oficiales, más de 4 mil 200 viviendas y han muerto siete personas, entre ellas cinco menores de edad. En el Valle de Toluca, por el derrumbe de un cerro en el municipio de Jilotzingo, diez personas fallecieron, tres fueron rescatadas con vida y una sigue desaparecida.
Chalco, Coacalco, Tlalnepantla, Ecatepec, Naucalpan, Chicoloapan, Cuautitlán Izcalli, Chimalhuacán son las demarcaciones mexiquenses más golpeadas por las precipitaciones pluviales en la zona metropolitana del Valle de México. El gobierno estatal ha informado que más de 12 mil personas han resultado directamente perjudicadas, ya sea en su salud, su patrimonio, económica o laboralmente.
Riesgo permanente
En 2018, el Programa de Investigación en Cambo Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México publicó Ciudades sensibles al cambio climático: construyendo capacidades para la sustentabilidad y la resiliencia urbana con equidad, bajo la coordinación de Gian Carlo Delgado Ramos. En un artículo titulado “Crecimiento y configuración de riesgos: Reflexiones sobre la urbanización en la Ciudad de México desde un contexto latinoamericano”, sus autores, Fernando Briones Gamboa y Simone Lucatello, explican que la Ciudad de México es una ciudad en riesgo permanente y que aun en la época prehispánica la antigua Tenochtitlán sufrió inundaciones y se implementaron medidas de mitigación como el albarradón de Nezahualcóyotl, un muro de piedra construido en el siglo XV para frenar la crecida de las aguas alrededor de la antigua ciudad lacustre.
Exponen también que “los españoles no tardaron en urbanizar la ciudad bajo una concepción completamente diferente. El resultado fue la implementación de grandes obras como el canal de Huehuetoca y otras numerosas estructuras que, con la intención de drenar las aguas de la ciudad situada en la cuenca cerrada, derivaron en el desecamiento progresivo del lago hasta nuestros días y su respectiva trasformación en un espacio altamente vulnerable”.
Briones y Lucatello abundan en que “en la actualidad el paisaje urbano ha sido tan intervenido que los ríos (entubados) que cruzan la ciudad resultan invisibles para sus habitantes. Este proceso de antropización del territorio es lo que permite hacer habitable y atractiva a la ciudad, promueve su crecimiento y paradójicamente la hace vulnerable. Por supuesto, grandes obras como el Sistema de Drenaje Profundo son indispensables para el funcionamiento de la ciudad; sin embargo, una consecuencia colateral de estas obras es que únicamente reducen el riesgo de desastre de manera temporal, posponiendo el periodo de retorno. Es decir, postergan el momento límite en el que el riesgo se concretiza en desastre, esto es lo que Pigeon (2012) llama la ‘paradoja de la urbanización’”.
El recuento
Cada año, acontecimientos registrados en diversos municipios mexiquenses parecen confirmar la inminencia de ese desastre al que cientos de familias quedan expuestas. Lo viven como una catástrofe, pues implica la pérdida de patrimonio, trabajo, salud y, en el extremo, vidas, todo ello irrecuperable.
Este 2024 Chalco fue una de las localidades mayormente afectadas; no es la primera vez. Desde el 2 de agosto, habitantes de las colonias Jacalones y Culturas de México, principalmente, vivieron entre aguas negras durante 36 días. La persistente inundación se debió a la combinación de lluvias intensas y repetidas, hundimientos del suelo, un sistema de drenaje deficiente y un enorme tapón de basura que impedía el paso del agua. Enorme. Eran 500 toneladas de residuos que provocaron un taponamiento de 110 metros y que fueron retirados con maquinaria especializada que debió utilizarse para desalojar millones de litros de agua sucia anegada en calles, negocios, escuelas y casas.
En esta localidad de igual manera resultaron inundadas viviendas y vialidades de las colonias Pueblo Nuevo, Héroes Chalco, San Martín Cuautlalpan y Emiliano Zapata.
En su momento, la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, quien realizó varios recorridos por la zona, anunció que se llevarán a cabo obras hidráulicas para el mantenimiento y recuperación del colector Solidaridad original y la construcción de uno nuevo. Esta acción, dijo, ayudará a reducir la carga del primer colector, con alrededor de 31 años de servicio y si mantenimiento, el cual colapsó en algunos puntos y provocó el desastre.
De acuerdo con el último censo que realizaron las autoridades del Estado de México, son más de mil 100 viviendas las que quedaron afectadas.
Los gobiernos municipal, estatal y federal auxiliaron a las personas damnificadas. La Secretaría de la Defensa Nacional, la de Marina, la Guardia Nacional y autoridades de Salud y Protección Civil desplegaron a 5 mil elementos; instalaron dos plantas potabilizadoras para repartir miles de litros de agua; tres módulos de salud donde se entregaron medicamentos, se otorgaron consultas médicas y se aplicaron vacunas, además de que se formaron cuadrillas para apoyar a las familias afectadas con alimentos y posteriormente con la limpieza y desinfección de calles e inmuebles.
En Chalco los medios de información reportaron la muerte de dos personas por esta causa: un joven electrocutado y un hombre que fue encontrado sin vida dentro de su casa por los vecinos.
Otro municipio donde las lluvias cobraron vidas fue Naucalpan, donde el pasado lunes 16 de septiembre un cerro se desgajó en la colonia Emiliano Zapata y la tierra arrastró rocas que cayeron sobre una vivienda donde una familia estaba festejando un cumpleaños. A raíz de ello, seis personas murieron, entre ellas cinco menores de edad, y tres personas fueron rescatadas vivas.
También en Naucalpan un día después se registró otro deslave de tierra y rocas en un cerro a la altura de San Francisco Chimalpa, dónde un elemento de protección civil fue golpeado por una roca y arrastrado. Tras lo ocurrido, el hombre fue trasladado a una clínica, pero minutos después murió debido a los golpes que sufrió por las rocas.
En Ecatepec, en lo que va de esta temporada de lluvias, se han inundado al menos mil hogares y han resultado afectadas más de 3 mil personas de las colonias Rinconada de Aragón, Tierra Blanca, Mesa de Leones, Parque Residencial, Nuevo Laredo, El Tejocote y el primer cuadro de San Cristóbal Centro.
El 15 de septiembre, el ayuntamiento anunció en un comunicado que “debido a las lluvias torrenciales que se registraron la tarde y noche de este domingo en la sierra de Guadalupe y el centro de Ecatepec, autoridades municipales determinaron cancelar la ceremonia del Grito de Independencia y la verbena popular que se tenía preparada para la celebración”.
El presidente municipal, Jesús Palacios Alvarado, informó que la medida se tomó para evitar cualquier situación que pusiera en riesgo a los ciudadanos del municipio. Explicó que las fuertes lluvias que se registraron este domingo provocaron que una gran cantidad de agua bajara de las partes altas de la sierra de Guadalupe hacia la zona centro del municipio, provocando severos encharcamientos en decenas de vialidades.
Las celebraciones patrias se suspendieron también por lluvias intensas en los municipios de Melchor Ocampo, Tonanitla y Coacalco. En este último, esa noche del 15 de septiembre el alcalde aseguró que casi 60% de las colonias de ese municipio quedaron afectadas, en tanto que el gobierno estatal realizó tareas de auxilio en 228 casas habitación de Coacalco y Ecatepec.
En Cuautitlán Izcalli, en la unidad habitacional Rancho San Blas, más de 420 viviendas se inundaron y más de 2 mil personas resultaron afectadas; en Chicoloapan se inundaron más de 600 viviendas; en Chimalhuacán, 300, y en Tlalmanalco, 10.
Las inundaciones de calles y viviendas han ocurrido al mismo tiempo que encharcamientos en vías principales, caída de árboles, accidentes de tránsito y retrasos en los sistemas de transporte público en varios puntos del estado, lo que ha alterado la cotidianidad de por sí compleja de millones de personas y provocado pérdidas materiales hasta ahora no cuantificadas.
Valle de Toluca, sin tregua
Calles y vialidades inundadas, carros atrapados por el agua acumulada, ríos desbordados, deslaves, casas bajo el agua, socavones abiertos, percances automovilísticos, árboles caídos y hasta personas desaparecidas son las imágenes que se han vuelto una constante también en el Valle de Toluca, ya que las precipitaciones no han dado tregua en las últimas semanas, pues además han venido acompañadas de fuertes vientos, descargas eléctricas y granizo.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, los motivos de las fuertes lluvias que se han registrado en territorio mexiquense son diversos: la temporada de huracanes en los océanos Atlántico y Pacífico, las ondas tropicales asociadas con ésta última, el monzón mexicano, los frentes fríos antes de tiempo y hasta la entrada de aire húmedo de ambos litorales.
Esas son, digamos, las causas “naturales”, a las que hay que agregar, igual que en el otro lado de la entidad, toneladas de basura que tapan los drenajes de por sí deficientes, invasión de la zona urbana de terrenos que apenas hace unos años eran humedales o cuerpos de agua y deforestación acelerada, entre otras.
En lo que es hasta ahora el hecho más trágico asociado a la temporada de lluvias de este 2024 por el número de vidas perdidas es el ocurrido el pasado viernes 13 de septiembre, cuando se vino abajo el cerro de La Peña, ubicado en la comunidad de San Luis Ayucan, en el municipio de Jilotzingo.
Autoridades estatales han confirmado 13 rescates en ese lugar: tres personas con vida y 10 fallecidas, mientras que continúan las tareas de búsqueda de otra persona desaparecida tras el desastre, en tanto que instancias municipales, estatales y federales informaron que mantienen acciones de apoyo a la población afectada, brindando alojamiento en cuatro refugios, alimentación y atención médica y psicológica, que incluye la entrega de medicamentos y la aplicación de vacunas.
Protección Civil de la entidad señaló que en la zona se encuentran desplegados 584 elementos de la fuerza de tarea, integrada por personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Marina, Guardia Nacional y Comisión Federal de Electricidad.
Han ocurrido también accidentes viales, como un choque múltiple entre cinco vehículos particulares y dos camiones de pasajeros en la carretera Toluca-Tenango, cerca del municipio de Metepec. El accidenten sucedió cuando una unidad de pasajeros que se dirigía a Tenango del Valle chocó contra un muro de contención y luego el resto de los vehículos colisionaron; esto generó múltiples lesionados.
Las lluvias también provocaron estragos y caos vehicular en Metepec, sobre Paseo Tollocan, específicamente bajo el puente de Pilares. Como sucede cada año, el agua se acumuló y esta vez siete vehículos quedaron atrapados. También se reportaron encharcamientos que provocaron asentamientos en las vías primarias de la capital mexiquense que comunican con esta demarcación y su vecino San Mateo Atenco.
En este último punto, específicamente en la entrada al municipio zapatero, es una constante que las lluvias mantengan anegada la vialidad. Aquí, un vehículo especial de la Secretaría de Seguridad del Estado de México brindó ayuda a las personas para navegar entre las aguas estancadas.
La capital del Estado de México no es la excepción y el centro es uno de los puntos más afectados por encharcamientos y tráfico, además de que en colonias como San Bernardino, la zona de La Maquinita, el Seminario, la zona de la terminal y tramos de Paseo Tollocan se registran anegaciones.
El río Verdiguel se desbordó, como ha ocurrido en años anteriores, cuando ha generado riesgos incluso en el centro histórico de la capital del estado, pues corre por debajo de edificios públicos, como el del Congreso mexiquense, dentro de una bóveda que ha presentado fracturas peligrosas en el pasado reciente.
A esta serie de afectaciones se le sumó lo acontecido en el bajo puente de Paseo Tollocan y Paseo Colón, donde una conductora tuvo que ser rescatada de su vehículo que quedó atrapado y prácticamente inundado en el paso a desnivel.
Luego de las precipitaciones que generaron diversas afectaciones en los municipios del Valle de Toluca, la gobernadora Delfina Gómez Álvarez anunció a través de sus redes sociales que solicitó que elementos de la Coordinación General de Protección Civil y Gestión Integral de Riesgos se mantengan en alerta para ayudar a las autoridades municipales que se encuentran atendiendo las afectaciones.
El gobierno estatal informó que fueron instalados 28 campamentos del Grupo Tláloc en 19 municipios, con el fin de atender las emergencias que se presenten y salvaguardar a la población.
Entre las acciones preventivas implementadas se encuentra la vigilancia en los sitios susceptibles de inundación y en la infraestructura hidráulica que representa un mayor riesgo, a donde se canalizan recursos humanos y materiales para su atención inmediata.
El Grupo Tláloc está integrado por 500 elementos y trabaja las 24 horas y los siete días de la semana, para realizar acciones de prevención de inundaciones, desazolve de drenajes, líneas de agua, canales y ríos.
Zonas de alto riesgo
En el Valle de México, las autoridades tienen señaladas como zonas de riesgo la sierra de Guadalupe, que impacta los municipios de Ecatepec, Coacalco, Tultitlán y Tlalnepantla, y en el oriente los municipios de Chalco, Valle de Chalco, Chimalhuacán, Tlalmanalco, Amecameca, Atlautla, Ecatzingo, Tenango del Aire, Temamatla y Ayapango.
De acuerdo con el Director de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del municipio de Ecatepec, en la Sierra de Guadalupe existen asentamientos irregulares de alto riesgo, específicamente en la zona de las barrancas, como Las Venitas, Chapultepec, San Andrés de la Cañada y San Carlos. En esa zona viven unas 20 mil personas, que se han asentado ahí porque, ante la necesidad de vivienda, fraccionadores y políticos les prometen un espacio para que construyan.
Sin embargo, dijo, esas barrancas están consideradas en el Atlas de Riesgos, lo mismo que la zona de Texalpa, la parte alta de Tulpetlac, San Carlos y Tierra Blanca.
Por otro lado, el presidente municipal de Tlalmanalco, Luis Enrique Sánchez Reyes, informó que en esa localidad existen cinco zonas de alto riesgo: San Rafael de la Cañada, Japón, Valle de San Pedro, El Dinamo y el cerro Cruz de Mayo, que también se deslavó a finales de agosto y toneladas de tierra y rocas cayeron sobre diez domicilios. No hubo pérdida de vidas, pero sí materiales.
En el municipio de Naucalpan, de acuerdo con el Atlas, existen 20 colonias de alto riesgo, entre ellas el fraccionamiento Alfredo Bonfil, La Mancha I y III, Vicente Guerrero, Plan de Ayala I y II, Ampliación Mártires de Río Blanco, José de los Leones II, Lomas del Cadete, San Lorenzo la Cañada, Los Cuartos I y II, Luisa Isabel Campos de Jiménez Cantú, El Carrilito, Reubicación El Torito, La Presa el Tejocote, Mártires de Río Blanco, San Antonio Zomeyucan, San Lorenzo Totolingo y Ampliación Minas del Coyote.
El futuro inmediato
En la temporada de lluvias 2023, el Atlas de Inundaciones XXX edición 2024 registró afectaciones por encharcamientos e inundaciones en 85 sitios distribuidos en 89 colonias de 32 municipios de la entidad, con una población afectada de 9 mil 207 habitantes y una superficie afectada de mil 953 kilómetros cuadrados, según informa la Secretaría del Agua del gobierno mexiquense.
Ya vendrá el recuento de los daños de esta temporada, que concluirá en noviembre y para la cual los servicios meteorológicos prevén de 15 a 18 ciclones tropicales en el océano Pacífico y de 20 a 23 en el Atlántico.
De estos ya han ocurrido nueve en el Pacífico (siete tormentas tropicales, un huracán categoría 1 y un huracán categoría 3), y en el Atlántico se han registrado siete (tres tormentas tropicales, un huracán categoría 1, dos huracanes categoría 2 y un huracán categoría 5).
En total, de los 35 a 41 ciclones que pudieran presentarse en ambos océanos este año ya se han registrado 16.
Fotos: Especial Acta Semanal.
Sección: Medio Ambiente |
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