27/Apr/2024
Portal, Diario del Estado de México

Y todo por unos diarios “íntimos”

Fecha de publicación:

Ana María López / Martha Romero

“¿No que muy chingón? Ya se te acabó la fiesta”, dicen que los policías que lo sacaron por la fuerza de sus oficinas le dijeron al exsuegro de Raymundo “N” ese 12 de abril del secuestro exprés.

Lo que nadie sabía en ese momento era que, meses después, para quien ya no habría fiesta sería para quien ordenó buscar al hombre, someterlo, esposarlo y llevárselo.

Y todo por unos “diarios íntimos” y unos audios que Raymundo “N” quería recuperar y que lo llevaron a tomar una decisión fatal: extorsionar a quien fue su esposa, Viridiana Rodríguez Rico, para que se los devolviera, usando como método de presión el secuestro exprés de su padre, de acuerdo con la versión presentada ante autoridad judicial por el Ministerio Público. ¿Por qué eran tan importantes para él?

El secuestro exprés es un delito que se castiga con 40 a 80 años de prisión si se es una persona común, a los que pueden agregarse 10 años más si quien lo comete es un servidor público, por ejemplo, el alcalde de una ciudad que tiene el poder de enviar a un comando de la Policía Municipal bajo su mando para privar de la libertad a una persona.

            Todo iba a las mil maravillas. Raymundo Martínez Carbajal, el alcalde priista de la capital del Estado de México, había expresado en varias ocasiones su intención de reelegirse. Todavía el 15 de noviembre, diez días antes de que se lanzara un masivo y fallido operativo estatal y federal para detenerlo, declaró que “debe haber permanencia y continuidad, porque si no hay continuidad al que le va mal no es a mí, yo ya soy presidente, eso es lo de menos, ese es un punto que ya no me lo quita nadie”. Nadie. Y lo creía firmemente.

Ufano, dijo también respetar las aspiraciones de compañeros suyos, tanto de su partido como de otros, que, para él, no dejaban de ser eso: aspiraciones solamente. “Yo creo que aspirar es lo más fácil, querer es lo más fácil. El tema es saber y poder. Yo creo que aquí es donde entran las cosas en juego”.

Nada más cierto. Y en esta historia lo que entró en el juego fue el pasado, ese pasado que, como escribió William Faulkner, nunca está muerto. Nunca.

Alcalde en fuga

Todo iba tan sobre ruedas, que estaba previsto que el 24 de noviembre de 2023 Raymundo Martínez asumiera la presidencia de la Federación Nacional de Municipios de México (FENAMM). Había convocado a una conferencia de medios en el Centro Tolzú, para alardear sobre ese famoso nombramiento. Sin embargo, una hora antes, sin explicación alguna, el área de Comunicación Social canceló la rueda de prensa “por causas de fuerza mayor”.

Todo parece indicar que, a esa hora, Raymundo “N” ya no estaba en la ciudad. Nadie, salvo algunos de sus cercanos y los señalados como cómplices, lo sabía. No al menos la Fiscalía, que ordenó un fuerte operativo en su casa y en el edificio del ayuntamiento de Toluca alrededor de la medianoche para detenerlo, pero el exalcalde ya se había fugado.

El hecho es que hoy Raymundo “N”, señalado como presunto responsable del delito de secuestro exprés con fines de extorsión, está preso en el Centro de Prevención y Readaptación Social de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, donde permanecerá porque la jueza del caso le dictó prisión preventiva justificada y rechazó la petición de la defensa de que siguiera su proceso con un brazalete electrónico desde la comodidad de su domicilio, quizá el mismo del fraccionamiento San Fermín del que escapó aquel 25 de noviembre de 2023.

La determinación de la jueza, como dice el pueblo, le cayó de peso a Raymundo “N”, y como si buscara inmunidad —o impunidad, en su caso— detrás del grado académico que ostenta, le suplicó, con la solemnidad que la situación reclamaba: “Soy doctor en derecho y me someteré a sus designios, Señoría. Le ruego que acepte la petición”.

Pero la jueza no lo escuchó. “Yo nunca he violado la ley y me sujeto a ella”, le había dicho también el exalcalde, el mismo que estuvo prófugo durante 55 días, hasta que fue detenido la mañana del jueves 18 de enero.

Hay una fotografía peculiar del momento, casi conmovedora. En una ventana del edificio de departamentos donde se ocultaba en la ciudad de México, se ve a Raymundo “N” asomado como para preguntar: ¿Quiéééééén? ¡Sorpresa! ¡La Policía!

Cayó Raymundo

Después de casi dos meses de estar en calidad de prófugo de la justicia, Raymundo “N”, el primer presidente municipal en la historia de Toluca en ser buscado por agentes de la ley, fue detenido en la colonia Lindavista, en la alcaldía Gustavo A. Madero, en la capital de la república, sitio donde, de acuerdo con información de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, recibía a personas de su entorno laboral y familiar, quienes lo habrían apoyado durante todo este tiempo en su intento de evadir a la justicia.

En el segundo operativo para detenerlo, esta vez exitoso, participaron, además de la Fiscalía mexiquense, la Policía Ministerial Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y la Comisión para la Atención del Delito de Homicidio Doloso (Conaho) de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal.

En su comunicado oficial, la Fiscalía relata que, para ocultarse, Raymundo “N” fue auxiliado por individuos que desempañaron alguna responsabilidad durante su gestión como presidente municipal, con la intención de confundir la labor de búsqueda de las autoridades al proporcionar información falsa sobre su posible paradero, por lo que en próximos días se ejercitará acción penal en su contra por este y otros delitos.

Sin embargo, Raymundo cayó finalmente, ya que, como producto de acciones de inteligencia, gabinete y seguimiento de objetivos, sumadas al análisis de los indicios recabados en once cateos a inmuebles ubicados en los municipios de Toluca y Metepec, se pudo establecer la ubicación del inmueble donde Raymundo “N” fue aprehendido.

En el comunicado, la Fiscalía otorga al exalcalde el trato de “este individuo”, y cuenta los hechos registrados el pasado 12 de abril, cuando “por instrucciones del hoy detenido, policías municipales del ayuntamiento de Toluca, habrían ingresado sin mandamiento judicial alguno o causa justificada, a las oficinas particulares de O.E.R.C. [el exsuegro] y presuntamente lo privaron de su libertad para posteriormente trasladarlo a las instalaciones de la Oficialía Calificadora municipal, donde lo mantuvieron en cautiverio”.

“Presuntamente, al mismo tiempo que la víctima estaba privada de su libertad, la hija de esta persona fue contactada por Raymundo “N” y mediante amenazas con uso de lenguaje ofensivo, le exigió la inmediata devolución de documentos de carácter personal, condicionando la libertad de la víctima a ello. Ante la gravedad de las amenazas, esta persona identificada como D.V.R.R. [la exesposa] entregó la documentación”.

Continúa el comunicado: “Los hechos referidos fueron denunciados ante el Agente del Ministerio Público por D.V.R.R., desde esa fecha, la Fiscalía ha llevado a cabo una investigación con perspectiva de género, por la relación de carácter conyugal existente en ese momento entre el ahora detenido y la denunciante”.

                                                                 Justicia poética

Estos argumentos fueron presentados por el Ministerio Público ante la autoridad judicial el pasado viernes, en la primera audiencia del caso, celebrada al día siguiente de que el detenido llegó al penal de Santiaguito en un vehículo blindado de los conocidos como “Rino”, bajo un fuerte operativo de seguridad.

Ahí, en la entrada, se encontró con un nutrido grupo de vecinos de Toluca, satisfechos por su aprehensión. “Por primera vez se hizo justicia en Toluca; por primera vez el pueblo de Toluca tiene justicia y todos los que hemos sido víctimas de este hijo de su puta madre”.

Uno de ellos era el activista Irvin García Suárez, un joven aprehendido arbitrariamente por policías municipales de Toluca en 2022, luego de que, en una investigación periodística, reveló que patrullas de la ciudad cobraban cuotas por dar seguridad a tiendas comerciales y gasolineras. Como se pudo demostrar, Irvin era inocente y así se libró de una condena de hasta 70 años en prisión. El delito que se le fabricó fue el de secuestro exprés.

Hechos contundentes

A su primera audiencia Raymundo “N” llegó portando el uniforme azul de los detenidos en Almoloya y acompañado de ocho representantes legales que intentaron convencer a la jueza, por todos los medios, de que el prófugo durante 55 días no intentaría abstraerse de la justicia y mucho menos escapar si le permitían seguir el proceso en libertad. Ofrecieron una cantidad económica, entregar su pasaporte y que se emitiera una alerta para impedir su salida del país, lo cual la Fiscalía solicitó en su momento junto con una ficha roja de la Interpol para su búsqueda en 170 países. Sin embargo, los argumentos no fueron suficientes, porque la jueza consideró que los hechos son contundentes y recordó que el expresidente municipal huyó de la justicia en noviembre pasado, cuando fue girada la orden de aprehensión en su contra.

            El Ministerio Público ya había hecho un relato detallado de lo sucedido aquel 12 de abril y presentó pruebas incluidas en el expediente, como los muchos mensajes que Raymundo le envió a su esposa con insultos y ofensas, además de un documento de la Fiscalía para la Atención de Delitos de Género con el que se certifica que en esos mensajes “abundan las expresiones de odio y lenguaje denostativo con el fin de denigrarla como mujer” y un video del momento del presunto secuestro. El representante social también dejó sentado que Viridiana Rodríguez y sus padres recibieron subsecuentemente amenazas y hostigamiento de parte del exalcalde.

Según Raymundo “N”, el Ministerio Público realizó una narración “que me convierte en algo que no soy”, y recalcó que puede ver a los ojos a los ciudadanos de Toluca, porque nunca ha violado la ley, “y cada vez he protestado cumplir y hacer cumplir la ley, en cada uno de los cargos públicos que he desempeñado”.

No está solo

Como el Ministerio Público lo ha señalado desde que se giró la orden de aprehensión y lo expuso también en la audiencia, Raymundo “N” contó con ayuda para cometer el presunto delito del que se le acusa. Tres de ellos ya han sido detenidos y se encuentran también en el penal de Santiaguito, vinculados a proceso.

            El pasado 19 de diciembre fue capturado, en el estado de Nuevo León, Andrés “N”, su coordinador de asesores, quien habría sido informado por los policías de que ya habían ingresado a las oficinas del padre de Viridiana Rodríguez, lo habían sometido y esposado y le pedían instrucciones de a dónde llevarlo. Actualmente está vinculado a proceso.

El mismo día fue aprehendido Aldo Federico “N”, secretario particular de Andrés “N”, pero en este caso, por su presunta intervención en el delito de extorsión en agravio de una persona que le habría solicitado tramitar una licencia de funcionamiento y a quien, tras no realizarle dicho trámite, habría amenazado con causarle daño.

Y el 8 de enero, en el municipio de Zinacantepec, fue detenido Saúl “N”, quien se desempeñaba como policía municipal de Toluca el 12 de abril de 2023 y presuntamente ingresó sin mandamiento judicial ni causa justificada, junto con otros uniformados, a las oficinas del exsuegro de Raymundo “N” y lo privaron de su libertad, para posteriormente trasladarlo a las instalaciones de la Oficialía Calificadora Municipal, donde lo mantuvieron en cautiverio.

La audiencia continuará este 22 de enero, para la presentación de las pruebas de descargo que hará la defensa, que ha pedido también la presencia de la exesposa y el exsuegro de Raymundo “N” para interrogarlos.

Fotos: Cortesía FGJEM y Web.

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