Miguel García Conejo
En el marco del mes Rosa se informa que el cáncer de mama representa una de las principales causas de muerte en el mundo. En México, de acuerdo con datos del Instituto nacional de salud pública, la tasa de mortalidad por cáncer mamario es de 17.9 defunciones por cada 100 mil mujeres de 20 años en adelante.
A decir de Miranda Flores, investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México, (UAEMEX) un nuevo estudio señala que éste puede convertirse en el tipo de cáncer más frecuente en mujeres, sobre todo en las personas de 50 años en adelante cuando ya se estableció una menopausia.
Destaca que nuevas investigaciones han advertido que en este sector de la población es más frecuente el riesgo de recaída principalmente en aquellas que han tenido tratamientos hormonales en juventud o los mantienen en edad adulta.
Expone que las mujeres con cáncer de mama dependiente de hormonas, es decir, el que cuenta con receptores para hormonas femeninas como los estrógenos requieren de un tratamiento que actúe reduciendo estas hormonas, Pues si bien muchas mujeres no requieren quimioterapia, sí van a requerir la denominada terapia endocrina que no está exenta de tener efectos secundarios.
“Por más sencilla que sea la terapia, incluido la quimioterapia, suele tener efectos colaterales como bochornos, dolores articulares, afectación y aumento de riesgo de fracturas, entonces si podemos identificar si requiere o no requiere una terapia endocrina pues avanzamos mucho”, indicó
Con ello, indicó que una innovación es la prueba de diagnóstico genético molecular de 70 genes que ya se desarrolla en Europa, la cual ya fue aprobada por la administración de alimentos y medicamentos que estudia el ARN mensajero de las células tumorales clasificando al cáncer de mama con lujo de riesgo de invasión.
Reveló que actualmente se han desarrollado algoritmos que permiten identificar poblaciones de riesgo alto y bajo y ahora a partir de este estudio genético para prevenir cualquier indicio de cáncer en el organismo.
De acuerdo con datos genéticos se podría advertir aquellas mujeres que tienen un riesgo un trabajo para la generación de estos tumores cancerígenos, lo que permitiría que estas sí puedan tomar terapias hormonales y advertir en su caso aquellas con alto riesgo para buscar otra solución.
Indicó que actualmente estudios de Estados Unidos abrirían el espacio para aquellas mujeres que sí pueden recibir una terapia extendida de hormonas o aquellas de tipo endocrino lo que reduciría el riesgo de nuevas apariciones de cáncer.
(Foto: archivo)
