Ramón Cuevas Martínez
IGUALDAD LABORAL EN LA GOBERNANZA CORPORATIVA
“El ámbito privado no es responsable de guiar la política pública de igualdad laboral, pero sí de procurarla”.
La discriminación laboral siempre ha sido un tema prioritario en las agendas internacionales, por ejemplo, recientemente el gobierno español dispuso la obligatoriedad de los Planes de Igualdad Laboral para las empresas de más de 50 empleados.
La visibilización del problema y la constante difusión de que se está atendiendo son partes importantes en el discurso de la alta dirección, pero los mecanismos prácticos para solucionarla son indispensables. Ante problemáticas de esta magnitud es necesaria la contribución activa, tanto de los organismos públicos como privados.
En el caso de México, la consolidación de la igualdad laboral depende en mayor medida del sector empresarial, ya que de las 42.9 millones de personas ocupadas en una actividad económica, 42.7 millones (99.5%) lo hacen en el ámbito privado. Tampoco hay que olvidar que son las micro, pequeñas y medias empresas, quienes generan la mayor cantidad de empleos, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
A pesar de que la discriminación está estrictamente prohibida desde hace dos décadas, es innegable que sigue siendo una práctica constante en los centros de trabajo, al menos así lo reflejan datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS), en donde se refiere que 30% de las personas con discapacidad señalaron la falta de oportunidades para encontrar empleo, al igual que personas adultas mayores (22.5%), por su parte 18.3% de las mujeres declararon haber recibido menos paga respecto a un hombre por realizar el mismo trabajo, aun cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 2017 aseguró que sumar la participación de las mujeres al ámbito laboral podría generar un aumento del 26% en el PIB mundial para el año 2025.
Como consecuencia del devenir constante de malas prácticas laborales, la Norma Mexicana NMX-R-025 en Igualdad Laboral y No Discriminación es una herramienta de apoyo para el avance de las mujeres en todas las esferas, esta norma tiene como objeto reducir las brechas de desigualdad laboral, fortalecer las relaciones interpersonales y los espacios de trabajo, promoviendo en todo momento la implantación de prácticas que favorezcan el desarrollo integral de las y los trabajadores.
Esta norma gestiona la igualdad a través de sus 4 ejes de aplicación: 1) la igualdad salarial, garantiza que se otorgue la misma remuneración a mujeres y hombres por desempeñar una actividad de responsabilidad similar; 2) un entorno de trabajo adecuado; a través de la gestión de un clima laboral que permita desempeñar las actividades de manera eficiente; 3) el combate a la violencia laboral a través de un protocolo que atiende y previene las situaciones de esta naturaleza, quedando establecido por el requisito 14 de certificación; y 4) finalmente, garantiza procesos de reclutamiento y selección de personal libres de discriminación.
La NMX 025 es ya una herramienta que quita un peso de vulnerabilidad a las empresas, una herramienta clave de gobernanza, pues al establecer mecanismos de atención para la violencia laboral, evita incurrir en largos procesos legales con los trabajadores, además de que aumenta productividad, dado que se pierden menos jornadas laborales por inasistencias, atribuible al adecuado entorno organizacional que gestiona.
*Consultor en Gobernova
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