El humano tiene la capacidad de adaptarse a distintos elementos de su realidad, de lo contrario se debilita y podría ser poco a poco excluido de su grupo social. El sistema impuesto y las reglas que se han implantado en el espacio social y territorial en el presente año, han provocado que las actividades de muchos se vean distorsionadas o con factores diversos a lo que se presentaba en la rutina diaria.
Aranxa Solleiro
Padres de familia que han iniciado con sus labores, a pesar de las adversidades, han tenido que conseguir que sus hijos no pierdan su formación educativa, algunos por fortuna, tienen la posibilidad de quedarse todavía en casa, sin embargo, hay quienes necesitan llevarlos con ellos a sus lugares laborales, con el objetivo de no descuidarlos y estar en la mayor parte posible, detrás de ellos para orientarlos y verificar que su atención está completamente enfocada en sus estudios.
Julieta Sandoval, Guadalupe Herrera y Francisca Valencia, son tres madres de familia que trabajan en un mercado y en una papelería en la capital mexiquense. Todos los días salen de sus hogares a las 6:00 y 7:00 de la mañana respectivamente, Francisca quien renta un local desde hace más de 15 años para establecer su papelería, abre su negocio a las 7:30 de la mañana a pesar de saber que ya no es igual de concurrido su espacio, puesto que ahora la rutina de cada uno de los estudiantes ha cambiado, empero menciona que siempre hay quienes presentan imprevistos y se ven en la necesidad de ir a su establecimiento para cuestiones básicas como: sacar copias y hacer impresiones de archivos.
Desde el pasado 24 de agosto, las clases virtuales iniciaron, sin embargo por razones laborales, no puede estar en casa con Fabián, su hijo quien apenas inició quinto de primaria.
“Me preocupa y no podía dejarlo solo en la casa, tengo otro pequeño pero él ya es mayor, ya va en la preparatoria y también tiene sus clases a distancia, nada más que por el horario se juntaba con las de Fabián y no podía dejarlo solo, por eso me lo traje. Sus clases empiezan a las 9 de la mañana y ni modo, tiene que levantarse un poco temprano porque abro a las 7:30 pero así prefiero estarlo viendo yo por si necesita algo.” Comentó Valencia.
La adecuación de espacios es otro tema a considerar, pues ahora habrá que acomodar el lugar de trabajo para colocar un celular, una tableta o una pequeña computadora comprada con los ahorros que han ido dejando los meses pasados e incluso el año anterior. Tal es el caso de Julieta y Guadalupe, quienes trabajan dentro de un mercado y a pesar de la escasa facilidad de conexión inalámbrica, han sabido conseguir vía “hotspot” y con la cantidad de datos móviles con un pago de 500 pesos al mes, la contratación de un paquete para no abandonar las clases a distancia.
“Es muy complicada la situación, a muchos nos tienen con la preocupación de si nuestros hijos aprenderán bien o no. Yo ya no tengo los conocimientos para ayudarle a mi hija a hacer sus tareas o si le surge alguna duda, porque deje de estudiar desde la secundaria, ella va en cuarto de primaria pero hay cosas que ya no entiendo. Tengo otros dos hijos, dos mayores y a veces me echan la mano con ella pero al momento si se queda la duda, pues no tengo cómo resolverla. Aquí nos ayudamos los compañeros que están pasando por lo mismo con sus hijos y a veces hacemos un pequeño grupo y si van en el mismo nivel sus hijos o si pueden, pues nos ayudan. Entonces sale lo mismo, porque no tenemos mucha sana distancia en algunas ocasiones.” Argumentó Guadalupe.
Por otra parte, Julieta ocupa su teléfono celular para conectar a su hija cada día, aunque a veces la conexión no es buena, trata de no perderse un solo momento para que tenga la mayor parte de las clases.
“Sí cuesta acostumbrarse, para mí fue todo un nuevo reto, porque me quedaba tranquila de mandarla a la escuela mientras me venía a trabajar, ahora pues tenemos que acoplarnos las dos, ella a estar aquí mientras atiendo a clientes y yo a sus clases. A veces es más difícil a comparación de los niños que sí pueden quedarse en su casa, porque no tienen tanta distracción y aquí es complicado decirle que se detenga cuando yo estoy atendiendo a alguien y entonces quiera o no sí llega a distraerse, pero supongo que poco a poco iremos acostumbrándonos. O a lo mejor llegando a casa veremos las repeticiones más tarde por si algo no le quedó muy claro.”
Según datos aportados por la Comisión Económica para América Latina (Cepal), en el país el 85 % de la comunidad infantil en situación de pobreza, habitan en hogares sin conexión ni acceso a internet, mientras que el 7 % no cuenta con televisión y radio en casa, por lo que el nuevo ciclo será entonces aún más complejo.
Finalmente, mencionan los datos lanzados por la Secretaría de Educación que a través del programa “Aprende en casa II” alrededor de 30 millones de estudiantes de educación básica iniciaron las clases a distancia el día lunes 24 de agosto, con complicaciones y con nuevos retos para muchos, no obstante, dará inicio la segunda semana, esperando que el ritmo vaya siendo más llevadero y eficaz.
(Foto: Aranxa Solleiro)
