Martha Romero
“No tiene por qué hacerse ningún pacto con el crimen organizado”, afirmó el diputado Maurilio Hernández González, coordinador del grupo parlamentario de Morena en el Congreso Mexiquense, después de que Monseñor Maximino Martínez Miranda, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Toluca, reconociera que sacerdotes de la zona sur del Estado de México han sostenido encuentros con integrantes del crimen organizado.
Indicó que si bien la Iglesia, dentro del ámbito de sus facultades y su ministerio, puede buscar los contactos con el propósito de coadyuvar a la paz, involucrar al Estado que es el representante del poder institucional y que tenga que reconocer a un poder fáctico, es un grave error porque es ceder autoridad.
Añadió que otro tipo de violencia es la que se genera por las malas decisiones de los gobiernos y se refleja con falta de oportunidades, ingresos justos y suficientes, así como la falta de empleo y seguridad.
Hernández González refirió que en los temas anteriores se debe enfocar la atención de todos los funcionarios y líderes de opinión, incluso los ministros de fe, como es el caso de los Obispos.
Desde su punto de vista, dijo, no sabe cuál sería el esquema para que se pudiera estar sentando el representante o representantes del crimen organizado con las autoridades, que plantearlo de esa manera es reconocer que hay un poder fáctico encima de los poderes institucionales y los funcionarios públicos que no pueden darse esa licencia de reconocer el poder de grupos criminales.
Por último, precisó que el llamado a la población para que haga lo que le corresponde, es organizarse en sus comunidades para tomar las medidas en materia de administración de las acciones y la participación de sus miembros en cómo comportarse para enfrentar cualquier acción violenta.
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