Gabriela Landetta
En los últimos 6 años, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) ha trabajado con organizaciones comunitarias y de la sociedad civil de Cuautitlán Izcalli para el rescate de la laguna ‘La Piedad’, que es una de las intervenciones que contribuirían a mejorar la situación hídrica de la Cuenca de México, y con ello el abasto de agua a municipios como Cuautitlán, Cuautitlán Izcalli, Coacalco y Ecatepec, entre otros, informó Fabiola Sagrario Sosa Rodríguez, jefa del Área de Investigación en Crecimiento Económico y Medio Ambiente, de la UAM, Unidad Azcapotzalco.
Destacó que en este tiempo se han creado “las condiciones de gobernanza y gobernabilidad, y contamos ya con un comité de Cuenca que opera desde el 21 de marzo de 2023 y que trabaja en el rescate de este cuerpo de agua”. Y es que, dijo, se pudo detectar que, a pesar de las transformaciones que tenido la Cuenca de México con el paso del tiempo, todavía existe una gran variedad de oportunidades para su rescate.
“Desafortunadamente, la manera en que se ha llevado a cabo la gestión del agua en el Estado de México y en el país, basada en el trasvase, uso, contaminación y expulsión del agua sin que ésta sea retenida, tratada o reutilizada, es lo que nos ha llevado a la crisis hídrica que enfrentamos. Las soluciones se han centrado principalmente en el uso de infraestructuras grises, sin reconocer los beneficios que las infraestructuras pueden tener para mejorar el manejo de agua”.
Mencionó que, entre las distintas oportunidades que se tienen para su rescate, destacan la zona que va desde Presa de Guadalupe hasta las lagunas de Zumpango, para lo cual se proponen una serie de intervenciones que van a contribuir al rescate ecológico “y también a la generación de agua que atienda las necesidades de la falta de este vital líquido en varios de los municipios más, afectados por la falta de acceso al agua”.
La primera intervención que recomienda Sosa Rodríguez es concluir el colector sur de Presa de Guadalupe, que evite que las descargas de aguas residuales entren a esa infraestructura y sean conducidas a la planta de tratamiento de presa de Guadalupe, la cual tiene una capacidad de tratamiento de 750 litros por segundo, pero no está operando, por lo que la segunda recomendación es, precisamente, rehabilitar dicha planta, ya que así se evitarán las descargas de aguas residuales al río Cuautitlán.
Otra de las recomendaciones tiene que ver con el rescate de “la laguna ‘La Piedad’ con infraestructuras verdes, un sistema de humedales, permitiendo que las aguas tratadas de la planta de tratamiento de presa Guadalupe pase por un proceso de naturalización y, por ende, en un nuevo tren de tratamiento que permita que el agua de esta laguna se convierte en una fuente alternativa para el Estado de México”, manifestó la investigadora de la UAM.
Sin embargo, para continuar con el proceso de intervención hace falta que se construya un colector marginal que es responsabilidad de los gobiernos estatal y municipal, así como una planta potabilizadora para el aprovechamiento de aproximadamente un metro cúbico por segundo “que provendría de la laguna ‘La Piedad’ y de Presa de Guadalupe, y que pudiera abastecer a municipios que carecen de acceso al agua”.
De igual forma, se requiere la rehabilitación del río Cuautitlán con la construcción de alguna planta de tratamiento que permita atender esas descargas para que posteriormente puedan ser vertidas en la laguna de Zumpango, cumpliendo con las normas respectivas, además de construir un colector marginal para ello.
Destacó, además que el proyecto para el rescate de la laguna ‘La Piedad’, impulsado por la UAM, se basa en un sólido proceso social a partir del cual se ha trabajado en la construcción de un parque lineal bio filtrante y un sistema de humedales.
(Foto: Especial Portal/ redes)
