Gabriela Landetta
“Nadie concibe una agricultura si no piensa en aplicar nitrógeno, fósforo, potasio; si no hay fertilizantes, y todos tenemos esa idea, pero eso debe de cambiar”, manifestó Israel Gustavo Reyes Reyes, titular del área de Extensión de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Al respecto, señaló que existen alternativas menos riesgosas para el medio ambiente y para el ser humano, como la preparación de caldos minerales, de buenas compostas y materia orgánica para una fertilización a fondo de base junto con otra de tipo foliar.
“Entonces, si se habla de capacitación [a los productores del campo] ¿por qué no adoptar eso, por qué no romper con esa dependencia que tenemos de los agroinsumos? Son buenos, pero no es tanto el uso, sino el abuso que hemos hecho”, manifestó.
Reyes Reyes señaló que con esos productos se contaminan suelos, agua y aire, “e incluso la misma salud: aplicamos insecticidas sin realmente tener la protección. Entonces todos esos productos ¿se los vamos a dar a nuestros hijos? Esa es la pregunta”.
El especialista agropecuario dijo, además, que las alternativas agroecológicas requieren de mucha práctica y no son para “gente floja”, sino para la gente que le gusta trabajar “porque es más fácil teniendo el dinero, comprar fertilizantes, a estar haciendo un volteado de materia orgánica y hacer aplicaciones”.
No obstante, destacó que esas alternativas permitirán un cambio en la manera en que se realiza la agricultura y, si bien no será inmediato, es importante empezar cuanto antes, ya que después puede resultar más complicado y los daños al campo mexiquense podrían ser irreversibles.
Sobre este mismo tema, Luciano Marcial Diego, presidente de la Junta Local de Sanidad Vegetal de Tejupilco, organismo no gubernamental, integrado por productores, solicitó a autoridades federales y estatales del sector, más capacitación y asistencia técnica para el control de plagas que afectan su producción. “Los productores de esta región [del sur de la entidad] nos vemos afectados en nuestros diferentes cultivos, sean anuales, bianuales o perennes, por diferentes plagas que causan pérdidas económicas y que generan una mala calidad en la presentación del producto (…) Tenemos una sociedad que merece consumir productos sanos, de calidad e inocuos”, expresó.
Marcial Diego mencionó que los principales cultivos que manejan en la región son maíz, frijol, aguacate, café y agave, entre otros, y las principales plagas que los atacan son “las del sistema radicular, como la gallina ciega, gusanos trozadores, así como plagas del follaje en el caso del gusano cogollero conchuela del frijol, la broca del café, los barrenadores del aguacate.”
(Foto: archivo)
