Gabriela Landetta
Secuestros, quema de bodegas, balaceras y ahora el levantón de cuatro de sus trabajadores es lo que ha enfrentado Lizbeth Karina Contreras Salinas, propietaria de una pollería en la ciudad de Toluca, desde que se negó a seguir pagando el derecho de piso a la Familia Michoacana.
En conferencia de prensa efectuada afuera de Palacio de Gobierno, en la que también estuvieron presentes familiares de los trabajadores levantados el pasado 22 de diciembre, Contreras Salinas dejó claro que no han recibido ningún tipo de apoyo por parte de las autoridades, que mejor le recomiendan que se dedique a otra actividad para evitar las extorsiones.
En ese contexto, aseguró que la persona detenida recientemente por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México como uno de los presuntos responsables de haberse llevado por la fuerza a sus cuatro trabajadores no está relacionado con esos hechos.
Mencionó que este lunes le hablaron de la Fiscalía para que fuera a identificar al detenido para poderlo vincular e ingresarlo al penal. “No acudí porque no conozco totalmente cómo fue la detención de la persona y a él no lo conozco, pero lo que sí me queda claro es que la fiscalía sigue fabricando culpables para poder entregar su trabajo, el cual no hace”.
Con diez años de haber iniciado su negocio, Karina comenzó a ser extorsionada por la Familia Michoacana desde hace más de tres años. Tenía que pagar dos pesos por cada kilo de pollo que vendiera. Eso llegó a sumar hasta casi un millón de pesos a la quincena, cantidad que se volvió impagable, por lo que desde hace un año dejó de dar su cuota, lo que provocó una serie de acciones violentas en su contra y de su familia, ya que tanto ella como su padre después también fueron secuestrados.
Además, sus bodegas fueron quemadas y balaceadas, y ahora se llevaron por la fuerza
a cuatro de sus trabajadores. Pero no es el único caso, varios comerciantes que se dedican a la venta de pollos en Toluca, Zinacantepec e Ixtlahuaca, en donde recientemente levantaron a 16 trabajadores también, así como en el sur de la entidad, son extorsionados por ese grupo delictivo. La mayoría no denuncia por miedo y muchos han preferido cerrar sus negocios.
Por ese motivo, Contreras Salinas pidió la ayuda de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, así como de las autoridades federales y municipales para poner un alto a estas actividades delictivas que perjudican la actividad de los comerciantes que sólo quieren trabajar en paz para llevar el sustento a sus familias.
Concretamente, Lizbeth Karina responsabilizó de cualquier agresión en su contra, de su familia o de sus trabajadores a Nabor Velázquez González, Reina Ortuño Avilés, Jesús Bernal Estrada, alias el Mayolo, y su hermano Martín, a quienes identificó como los operadores de la Familia Michoacana en lo relacionado con la venta de pollo en el Valle de Toluca y el sur de la entidad.
Los hechos
Eran las 5:15 de la mañana del pasado 22 de diciembre cuando un grupo armado ingresó al lugar donde estaban procesando los pollos, en la colonia Parques Nacionales del municipio de Toluca. Preguntaron por el encargado y exigieron el cobro de piso. Al no recibir respuesta, se llevaron a Eliseo Escobar Ramírez, Rigoberto Colín Consuelo, Jaime Ramos Reyes e Isidoro Díaz Casimiro.
Familiares de Rigoberto Colín, de 41 años de edad, dijeron que es sordo, por lo que están muy preocupados por él. También la familia de Eliseo Escobar expresó su molestia porque las autoridades no han hecho nada para rescatarlos y piden que los regresen con vida.
Además, culparon a la propietaria de la pollería de la situación. Uno de ellos la increpó y le exigió que pagara para que devuelvan a sus familiares. La desesperación y la preocupación los impulsa a reaccionar de tal manera. Mientras tanto, se desconoce el paradero de esos cuatro trabajadores.
(Foto: Gabriela Landetta)
