Almoloya de Alquisiras es un lugar privilegiado que cuenta con una variedad de recursos naturales, por ello el Gobierno del estado, a través de la Secretaría de Cultura y Turismo, invita a recorrer y conocer este destino.
Almoloya de Alquisiras se ubica al sur del Estado de México. Su nombre proviene del náhuatl atl, que significa agua; molloni, manar y yan, lugar; se interpreta como: “lugar donde mana el agua”.
Este municipio permite que visitantes nacionales y extranjeros conecten con la naturaleza y la aventura en el Parque El Salto, en el cual se encuentra una de las cascadas más hermosas del estado, con una caída de agua de más de 10 metros de altura.
El lugar es propicio para el senderismo, organizar un día de campo, jugar o simplemente relajarse y disfrutar del paisaje. Además, cuenta con área de palapas y asadores para convivir con la familia y amigos.
Para seguir con la aventura al disfrutar de la naturaleza, en la comunidad de Jaltepec se localiza el Ojo de Agua que es una poza natural de aguas cristalinas, sus colores azul y verde le dan un aspecto único e inigualable a este paraje en el que se puede nadar, chapotear y disfrutar un día de campo en familia.
Si de Turismo Religioso se trata, es imperdible visitar el Templo Parroquial de San Pedro Apóstol, que tiene un retablo laminado en oro, al igual que diversas pinturas al óleo con laminado en oro de 23 quilates.
La parroquia adquiere una atmósfera especial el cuarto viernes de Cuaresma y el 29 de junio, cuando se celebra la fiesta patronal. Durante este periodo, las y los visitantes disfrutan de una verbena popular, gran variedad de platillos típicos, danzas y otras actividades características de este poblado.
En la comunidad de Jaltepec, se encuentra la Capilla de San Francisco de Asís, en el que domina un retablo de oro estilo churrigueresco, cuyos lados cuentan con pinturas al óleo de San Pedro y San Pablo. Al visitar este recinto se puede observar también el Exconvento de las Monjas Clarisas Capuchinas.
Almoloya de Alquisiras ofrece gastronómicamente el tradicional cocido, los sesos en tamalitos, y el pico de gallo que puede ser a base de chilacayote tierno y otro de duraznos. Para la sed y buena digestión están los licores artesanales de zarzamora, membrillo, tabaquillo, limón, higo, naranja, piña, albahaca, manzanilla, rompope y pulque.
El postre no puede faltar y hay una variedad de delicias como el dulce de pepita, duraznos y guayaba, así como el pan guarache, de San Andrés, que está relleno con piloncillo.
(Foto: Especial Portal)
