Leobardo Hernández
La mañana de este jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió a la fortaleza del peso mexicano, que cerró en 17.13 unidades por dólar, y está cerca de romper la barrera de los 17 pesos, después de que el gobierno de Enrique Peña Nieto lo devaluó en 56.81%, dejándolo en 20.26 pesos por dólar.
En este contexto, el presidente dijo que es una noticia que “no les gusta a los conservas”, y destacó que la fortaleza del peso se debe al manejo responsable de las finanzas públicas así como a las políticas de redistribución, luego de que analistas de medios adversos a la 4T atribuyen dichos logros a factores externos.
Con una amplia sonrisa, el tabasqueño ironizó: “actores externos dicen, como que no tiene nada que ver lo nuestro, como que no tiene nada que ver el combate a la corrupción, ni tiene nada que ver el que México sea de los países más atractivos para la inversión extranjera, no tiene nada que ver que México sea de los países con menos tasa de desempleo, no tiene nada que ver con el que México tenga tasas de crecimiento de más del tres por ciento, no tiene nada que ver con el incremento al salario mínimo, al salario en general, no tiene nada que ver con el que haya gobernabilidad, estabilidad, paz social, aunque digan lo contrario”.
En contraste con la información de los llamados “expertos”, el presidente manifestó: “lo bueno que los inversionistas, los financieros, pues tienen, eso sí, buena información, no están escuchando a Ciro o al experto que tiene Ciro ahí en economía, pues entonces sí saldrían huyendo”.
Asimismo, el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos aprovechó para aludir la guerra sucia que enfrentó durante su candidatura presidencial en 2006, cuando los empresarios, a través del Consejo Coordinador Empresarial, lanzaron el eslogan de que AMLO era “un peligro para México”, y pronosticaban que, de ganar la presidencia, se devaluaría la moneda nacional.
En este aspecto, expuso que “hay gente que me ofrece disculpas porque tenía una idea que le habían introducido y él había internalizado que yo era un peligro para México; entonces, pasa el tiempo, se va dando cuenta, me da conociendo más y me dicen, incluso hasta empresarios que participaron en la guerra sucia en contra mía. Uno de ellos, que le reconozco mucho por su valor cívico, me ofreció disculpa, y fue de los que aportó para la campaña, para la guerra sucia”.
El sexenio del priista mexiquenses Enrique Peña Nieto representó el último gran cataclismo económico en el país. El ex gobernador del estado de México asumió la presidencia cuando el dólar se cotizaba en 12.92pesos por unidad y, al terminó del periodo, la divisa mexicana había perdido 57% de su valor al cotizarse en 20.26 pesos por unidad estadounidense. El sexenio obradorista es el primero en el que el peso ha ganado terreno frente al dólar de forma constante, pese a factores externos como la recuperación postpandemiay la inflación ocasionada por la guerra Rucia-Ucrania, que aún afectan la economía mundial.
(Foto: presidencia)
