Significado antropológico de la “longevidad”
Laura Barreal Danel
Muy estimados lectorxs Les saludo con el gusto de desear para Usted y los suyos salud y abundantes bendiciones. Agradezco y aprecio el tiempo que Usted dedica en su agenda del día para la lectura de las siguientes líneas, que en ésta ocasión dedicaremos a un somero análisis antropológico del importante tema de la longevidad.
Desde la visión antropológica, la Doctora Paulina Osorio nos comparte que, cuando se toca el tema, cuando se habla o se observa el envejecimiento como proceso resulta inevitable ligarlo con el ciclo vital en su conjunto. Envejecemos de acuerdo a cómo hemos vivido, nos hacemos viejos y viejas, en el sentido de “hacerse a sí mismo” a lo largo de la vida, por lo tanto, aprehender el ciclo vital y sus cambios, sus significados y experiencia de vida cotidiana, nos lleva a la trayectoria biográfica de las personas que envejecen.
Señala que la vejez es un estado, pero no dejando de ser también un proceso que se extiende cada vez más. Refiere cómo es que el progresivo aumento del porcentaje de personas mayores en la sociedad actual lleva a que este grupo vaya adquiriendo mayor importancia tanto social como demográfica, a la vez que se potencia como un recurso humano que aporta al resto de la sociedad. Tanto las políticas públicas como el sector privado han ido incorporando la visión de una vejez cada vez más larga y en mejores condiciones de salud, apoyándose en numerosas aportaciones empíricas que así lo demuestran, al tiempo que se ha ido acrecentando el interés científico por las diversas patologías características de una edad avanzada, con el fin de brindar mejores condiciones de vida y bienestar durante la vejez. La longevidad nos lleva a replantearnos, desde una cronología, la experiencia y la forma en que se ha subdividido hasta ahora el ciclo vital y sus transiciones.
Asimismo, queridos(as) lectores(as), me gustaría compartir con ustedes algunas reflexiones que, respecto al tema que nos ocupa, ha hecho el Santo Padre Francisco en una de sus últimas audiencias refiriéndose a la longevidad, haciendo referencia al pasaje bíblico en el libro del Génesis, de las genealogías de los antepasados, en el cual sorprende su enorme longevidad: ¡se habla de siglos! ¿Cuándo empieza, aquí, la vejez? Uno se pregunta. ¿Y qué significa el hecho de que estos antiguos padres vivan tanto después de haber generado a los hijos? ¡Padres e hijos viven juntos, durante siglos! Esta cadencia secular de la época, narrada con estilo ritual, otorga a la relación entre longevidad y genealogía un significado simbólico fuerte, muy fuerte.
Y El Santo Padre Francisco señala que, es como si la transmisión de la vida humana, tan nueva en el universo creado, pidiera una lenta y prolongada iniciación. Todo es nuevo, en los inicios de la historia de una criatura que es espíritu y vida, conciencia y libertad, sensibilidad y responsabilidad. La nueva vida —la vida humana—, inmersa en la tensión entre sus orígenes “a imagen y semejanza de Dios” y por otro lado, la fragilidad de su condición mortal, representa una novedad completamente por descubrir. Y pide un largo tiempo de iniciación, en el que es indispensable el apoyo recíproco entre las generaciones, para descifrar las experiencias y confrontarse con los enigmas de la vida. En este largo tiempo, acota el Santo Padre, lentamente es cultivada también la calidad espiritual del hombre.
Personalmente, considero de gran interés y digno de detenernos a observar y examinar el “milagro” que significa el inicio de cada vida humana y la historia de cada ser humano, así como, la misma tirantez entre su semejanza al Creador y al mismo tiempo la fragilidad de su condición mortal. Que por cierto ésta última, ha quedado de patente manifiesto a lo largo de la pandemia que ha sufrido la humanidad desde los inicios del año 2020, hasta la fecha. Y que, claramente representa una verdadera coyuntura para replantearnos de manera individual, familiar y comunitaria las prioridades y motivaciones para vivir en el día a día, así como poner atención respecto al sentido de vida o aliciente que nos mueve.
Asimismo, El Santo Padre Francisco hace una mención primordial sobre la calidad espiritual del hombre y que es definitiva la importancia de realizar una valoración sobre el cuidado o bien, falta de cultivo de la vida interior o interioridad, cuyo significado se refiere a hacer de la vida espiritual un material de crecimiento.
¿Realmente estamos tomándonos el tiempo para hacerlo? ¿Realmente nos estamos asumiendo como “Espíritus encarnados”, tal como lo refiere el filósofo contemporáneo Ramón Lucas Lucas?………. ¿Que cada uno de nosotros es un “Espíritu encarnado”?…….que se traduce en que, somos un cuerpo material informado por un espíritu inmortal. ¿Es así como nos asumimos?
El Santo Padre también se refiere al exceso de velocidad, que ya obsesiona todos los pasajes de nuestra vida y hace cada experiencia más superficial y menos “nutriente”. Los jóvenes son víctimas inconscientes de esta escisión entre el tiempo del reloj, que quiere ser quemado, y los tiempos de la vida, que requieren una adecuada “fermentación”. Y nos hace ver que, una larga vida permite experimentar estos largos tiempos y los daños de la prisa.
Agrega en su disertación que la vejez ciertamente, impone ritmos más lentos: pero no son solo tiempos de inercia. La medida de estos ritmos abre, para todos, espacios de sentido de la vida desconocidos para la obsesión de la velocidad.
Y nos hace ver que, perder el contacto con los ritmos lentos de la vejez cierra estos espacios para todos. Y agrega que, es en este horizonte, que ha querido instituir la fiesta de los abuelos, en el último domingo de julio. Pues enfatiza que, la alianza entre las dos generaciones en los extremos de la vida —los niños y los ancianos— ayuda también a las otras dos —los jóvenes y los adultos— a vincularse mutuamente para hacer la existencia de todos más rica en humanidad.
Muy apreciables lectores(as)!!! Deseo que las reflexiones compartidas sean de utilidad en la vida de cada uno de ustedes y de sus familias para tomarse un tiempo para recapacitar sobre el tema de la longevidad que, si Dios lo permite, en la próxima edición analizaremos una interesante visión sociológica del tema.
Y….¡¡¡¡¡¡.Hasta la próxima, queridas lectorxs!!!!!!!
