Luis Sánchez
El que paga manda: los partidos comprados
Es natural el enojo de quien algo adquiere por cierto precio y esto no funciona, no sirve, no quiere servir… Tal es el caso de los empresarios cancerígenos de México que han impostado su fortuna invirtiendo en políticos. No podemos acusarlos de secuestrar el poder porque no lo hicieron, fueron los mercenarios en el gobierno que se pusieron precio y trabajan para quien les paga, aunque los voten otras personas.
En entrevista con Los Periodistas, Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela, la marioneta de X González, Gustavo de Hoyos, prácticamente admitió que estos empresarios compraron al revoltijo antinatura de derechacentroizquierda llamado PRIANRD, conocido como Va por México, en honor a sus patrones.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de que el PRI favoreciera la Reforma Eléctrica de AMLO, De Hoyos reveló que los presidentes de los partidos PRI, PAN y PRD firmaron un compromiso con los empresarios de Sí por México pactando que votarían en bloque y siempre contra las propuestas de Andrés Manuel López Obrador.
Al respecto propugnó: “hay un compromiso que, estamos convencidos, en su momento va a honrar el PRI como fuerza política” y enfatizó: “MI CONVICCIÓN, por lo que se firmó, por lo que he interactuado […] la votación de todos y cada uno de los legisladores del PRI será en el sentido de rechazar la reforma”.
La reforma por la soberanía nacional postulada por AMLO; la rotunda negativa del PAN para aprobarla y la imperiosa necesidad de un partido mendicante, como se ha vuelto el PRI, por algo de credibilidad, lo tienen contra las cuerdas al mirarse dentro y ver que su congruencia simplemente nunca ha sido. Por cierto, hay que decirlo, el PRI no es el partido de Cárdenas; aunque parezca nimio, las siglas lo son todo, pero hablaremos de eso luego.
La coyuntura desborda la desesperación de estos ambiciosos vulgares al perder en potencia todo: una alianza, el financiamiento empresarial y el respaldo electoral; aunque su maquinaria de corrupción mugrienta siga operando con fuerza en algunos estados, no lograría más de dos elecciones como primera fuerza en algún lugar… ni en Atlacomulco.
Por esto, Delito (o Alito) Moreno pidió un respiro al PAN y uno a Obrador, claro, disfrazado de llamamiento “potente” para que no interfieran en su decisión pues no saben qué les reditúa más, si el voto del pueblo para ganar el erario o el financiamiento privado para saquear al estado…
Pero el que paga manda, les recordó Gustavo de Hoyos, o se cuadran o no hay dinero, o votan por “MI CONVICCIÓN”, dice el empresario, o se van a donde deban. Y los prinosaurios en ascuas, viendo el meteorito, no tienen para dónde.
No es noticia que estén vendidos, lo suponíamos con certeza, pero es el colmo del descaro que salga el dueño a jalarles la correa así tan a los cuatro vientos. Lo pertinente en este caso es que, voten por lo que voten, los que no merecen más votos son estos cínicos bandoleros.
