COLORES PRIMARIOS ®
Daniel Cortez
El alma hace que el viento pueda llevarme al tiempo en el que no hay mascaras, a la esfera de emociones en que las mariposas tienen un lugar para vivir en el jardín de los colores primarios. Tiño el instante gris con una leve sonrisa, hace mucho que una tarde lluviosa no me dejaba en la antesala de un anochecer despejado.
El temporal me substrajo de la nostalgia que por momentos me invade al esperar encontrarme con tu rostro, me regresa al sitio en el cual aguardo tu voz y deja el clima en sintonía por si a caso tuviera que seguir, sin hallarte.
Debo reconocer que mis formas de enfrentar los días no son tan expresivas. Al paso de las primaveras tuve que aprender a andar sin poder observar el paisaje, siendo que a veces la luz no era suficiente para reconocer el camino. Sin embargo, el aroma a tierra mojada siempre me llevo al territorio en el que se iluminan los ojos.
No tengo recuerdo de que matiz fueron los caminos recorridos, tal vez fueron amarillos, azules o rojos. Lo que sí recuerdo es que muchas veces llegué a mi destino colgado en suspiros; Ahí donde guardo un par de notas de aquella noche de noviembre en el que tome tu mano, así como lo cálido que hicimos el ambiente en invierno y un par de frases para a completar la melodía.
Ante esa agitación brindada por el momento, te espero debajo de la luna como todos los días, para unirnos en el brillo de una estrella mientras duermes, embarcándonos por los rincones del mar infinito que hemos recorrido en la realidad, haciendo de la oscuridad un abrazo, para que me digas si alcanza la paleta de colores que formamos al vernos, para existir y en una que otra fantasía, aprender a volar.
