El virus del papiloma humano no sólo es una infección de transmisión sexual, también es un asesino silencioso de mujeres porque genera cáncer en el cuello uterino, pese a que existe una vacuna, la incidencia prevalece incluso en adolescentes. Al año cerca de 4 mil mujeres en México fallecen por esta causa, la mayoría no se realizó nunca una detección.
Miguel García Conejo
“Es de los pocos cánceres que es 100 por ciento prevenible, pero es eso, la vacuna, y aparte modificando los factores de riesgo, tener una buena educación sexual, hacerse los estudios de tamizaje cuando están indicados, entonces todo eso ayuda a prevenir el cáncer cérvicouterino”, comentó Gabriel Garnica, cirujano oncólogo del ISSEMyM.
A raíz de la vacunación, entre 2006 y 2014 disminuyó la incidencia del cáncer de cerviz en el Estado de México, pero la falta de educación sexual ha generado que incluso mujeres de 18 años lo hayan desarrollado, por lo que es necesario el seguimiento clínico, ya que el 60 por ciento de las mujeres a las que se les detecta, llegan ya en etapas avanzadas lo que las deja con un 15 por ciento de posibilidades de sobrevivir.
“La vacuna está ya para niños y niñas, también hombres y mujeres, no nada más es para mujeres, a partir de los nueve años, entre 9 y 12 años. En personas arriba de 15 años también está indicada la vacunación y se le tiene que instruir a los padres también, sobre todo, porque son los que muchas veces transmiten los mensajes a los adolescentes y los niños, de una adecuada educación sexual, o sea, evitar tener muchas parejas sexuales, cuidarse de una infección de transmisión sexual, usar siempre preservativo y, obviamente, en el momento indicado, empezar a hacerse las pruebas de detección oportuna”.
Los signos de alarma son: sangrado intermenstrual, sangrado después del sexo, flujo vaginal con olor fétido, apariencia anormal del cerviz y dolor en la zona pélvica, aunque el especialista lamentó que se trata de una enfermedad que avanza silenciosa y lentamente, por lo que cuando los síntomas se presentan, ya avanzó el cáncer por lo que es vital practicarse el papanicolau.
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