Acudí sin ninguna expectativa al taller de narrativa de Grafógrafxs cuando todavía podíamos reunirnos en la sala Ignacio Manuel Altamirano. Después de la primera sesión, supe que por fin había encontrado en Toluca un lugar en el que me sentía como pez en el agua. Siempre nos daban las dos de la tarde y nunca nos queríamos ir, queríamos seguir “chaineando” —como dice el buen Alonso Guzmán— los textos de los compañeros. Éramos muchos, pero de verdad, muchos, los que constantemente asistíamos, pero lo mejor es que siempre llegaba alguien nuevo. Desde entonces se está consolidando una cofradía que desde hace muchos años no se veía en Toluca, y gracias al taller en línea se han sumado todavía más personas de otros lugares.
Julián Fonseca es un personaje ficcional, pero también puede ser tu amigo, tu vecino, tu hermano o, peor aún, tu pareja sentimental. Leí “La rémora” en una sesión del taller y entre los comentarios hubo uno que me hizo considerar darle más voz a este personaje situándolo en diferentes espacios. De ahí surgió la idea de escribir un libro al que de momento llamo Estampas de personajes, en donde me propuse el reto de reflejar curiosas personalidades en pocas páginas.