23/Apr/2024
Portal, Diario del Estado de México

La Abadía de Eloisa/ Paranoia en una gota de saliva…

Fecha de publicación:

Paloma Cuevas

A veces lo incierto puede llevarnos por caminos oscuros, el confinamiento acompañado de muchas otras situaciones y realidades que desconocemos pueden detonar el terror y la paranoia por medio de algo tan simple como una gota de saliva. La respuesta jamás debe ser el miedo, sin embargo, ¿cuántas personas tendrán la posibilidad de hacer un alto y encarar al temor antes de cometer una tontería? 

En la madrugada – ya saben que duermo muy tarde – sentí la garganta cerrada, trataba de pasar saliva y no ocurría, no podía deglutir. Comencé a intentarlo con la desesperación de alguien que sabe que así de fácil puede desaparecer la vida. 
Una gota de saliva y nada, tal vez media gota, no pasa, no pasa… 

Llegó entonces el miedo, sola en mi cama, tres y media de la mañana, ahí sin poder decirle a nadie, con esa aparente verdad contundente que te aplasta y no te deja respirar – échale un síntoma más, ándale, por qué no, si ya te va a llevar la tía de las muchachas… 

De repente imaginé que estaba enferma, el hospital, el miedo, la rabia, ¡lotería! 
Pensaba en mi irresponsabilidad, contagiar a mi madre – tiene 72 años -, dejar a mis hijos huérfanos y peor aún desmadrados, pero no, jamás podría hacer algo así. 

¿Tendrá algún caso quedarse en este mundo enfermo y con posibilidades completamente inciertas? ¿Quién velará por ellos, si ya no existe seguridad de nada? 

Me observé desde fuera, no me pregunten cómo lo hice, no lo sé. Vi a través de mí a la niña-mujer que soy, aterrada sabiendo todo lo que debe hacer para apoyar a los suyos y que de repente se siente rebasada por abusos y fregadera y media. 

Situaciones patéticas en realidades tremendas en las que lo más terrible es observar la falta de conciencia de unos y de otros, jugando con urgencias por dominar en algo que no es dominable ya, egos malsanos, actitudes pueriles, música de fondo, así que decidí dormir. 

Me soñé entonces y recordé a Macario, el personaje de la película (1960) del mismo nombre, dirigida por Roberto Gavaldón e interpretada por Ignacio López Tarso, la cual gira alrededor de la relación establecida entre el indígena Macario y la Muerte a la cual teme de manera irracional. 

Esta historia gira alrededor del cuento de los Hermanos Grimm La muerte Madrina, del cual deriva la historia de Bruno Traven. Ambientada en la época virreinal de la Nueva España, aproximadamente en el S. XVIII, durante la víspera del Día de Muertos. 

La historia, el guión y la excelsa actuación de López Tarso le alcanzó para estar nominada como “Mejor película extranjera”, siendo el primer largometraje nacional en en esa cateogría, en una época en la que el cine nacional no era por mucho considerado como cine de calidad. 

Recientemente y sin afán de generar ‘spoilers’ esta película fue restaurada y colorizada gracias a inteligencia artificial e interpolada a 60fps, con el trabajo de Woldemberg Pérez Zúñiga, joven chiapaneco estudiante de Ingeniería en Tecnologías y Desarrollo de Software de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH). 

Si desean ver esta obra maestra de la cinematografía nacional les dejo el enlace para que la disfruten: https://www.youtube.com/watch?v=9dODve8PRio 

Cada quien nace con una cantidad de cartuchos de vida dados para venir a quemarlos, en sus manos está la decisión de generar incendios memorables o fuegos artificiales.  

Existen siempre opciones para vivir la vida, se puede caminar del lado luminoso o del lado oscuro de la existencia, a fin de cuentas no ha de ser un virus MADE IN CHINA el que nos extermine.  

Y pues bueno, me dormí llorando. Convertida en un manojo de miedos de infancia que nunca se habrían planteado la imposibilidad de respirar, el dejar de ver a los que uno ama y peor aún el no poder abrazar, ni decir adiós en una última despedida. 

 
Desperté y seguía viva – sigo viva – ser consciente te da otra perspectiva, una oportunidad cada día de hacer las cosas de mejor manera. Luego viene el desencanto, la gente mala, la gente amarga también sigue nahí, contra “eso” no hay nada. 

Entonces comprendemos las razones de existencia del virus y entiendemos también que hay quienes no han entendido nada. 
Esos no están en nuestras manos. Lo único que tenemos es el día de hoy y esa gente solo existe si tú les das el poder de la existencia bajo tu mirada, ante ellos la ceguera selectiva y a seguir viviendo, hasta el último aliento… 


@PalomaCuevasR 

Paloma Cuevas R., Condecorada en 2020 con la Medalla y el Pergamino Leona Vicario. Es humanista, sapiosexual, docente durante más de 22 años, filósofa, columnista, escritora y locutora en temas de Cultura, Política y Erotismo. Fundadora de #ProyectoÍtaca plataforma política y cultural. Corresponsal del programa “A Medios Chiles” de #LaPayolaRadio (UNAM) y locutora titular de #ProyectoÍtaca en Cadena Radio Mx. Promotora y gestora cultural incansable. Coordinadora de Comunicación y Relaciones Públicas del World Festival of Poetry. Madre y cómplice de los Tres Mosqueteros. Amante declarada de México, el mezcal, el buen café y la verdad sin anestesia. 

Tags: en Opinión
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