RASTROS DEL NAUFRAGIO ®
Daniel Cortez
Notas sin sentido marcan la página; cerceno el aire que respiro con un latido, el oxigeno se queda sin hacer su función: me desvanezco, me falta el aire en la melancolía que ronda nuevamente mi andar y el agua en mi cuerpo tiende a crear marea alta para navegar.
Voy en busca de mis recuerdos, de la inspiración resguardada en lo más íntimo de una llaga; tomo mi amuleto preferido, utilizo un pedazo de luna para recrear el cielo en constelaciones y estrellas. No es fácil acostumbrarse a ver el atardecer sin morir un poco en espera de la lluvia; quizá por ello lleva a la nostalgia y uno se entristece al ponerse el sol.
Las huellas aún tienen rastro del naufragio, hace tanto que no me embarcaba en un deslucido silencio para caer al suelo, ver como el agua se precipita hasta llegar al lugar donde no sé nadar. Borro accidentalmente los vestigios de lo que una vez creó vida, el caldero en el cual el carmín se fundía con sudor se encuentra oxidado en el tenue palpitar.
Con las manos levanto lo poco del fuego que queda en el pecho, lo húmedo del tizón genera algo de vapor para brisar la piel, trágico se vuelve perder la quinta vida un poco antes de lo programado al sentir que la sangre se entibia; el tacto herido recuerda que la pasión también deja úlceras donde nada vuelve a ser igual.
Llanto de cenizas que no permiten respirar agonizan en los parpados, letras, pensamientos, palabras; estas que divagan en lo complejo de la pena, vuelven a cegar las ideas sin sentido, la isla desierta no contiene más que el efímero rastro del escarlata de tu cabello, he de romper las alas al pie de las notas para no volar sin ti, quizá no necesite elevarme para alcanzar el cielo en unos labios, si concluyo que tu rastro me ahogo en la saliva.
Notas sin sentido en la bitácora de un naufragio.
