¿Qué Lecciones Podemos Obtener del 2020, Año de la Pesadilla?
Lucio Ramírez Medina
Imposible olvidar el año 2020, un año de pesadilla por la pandemia del coronavirus, pero al llegar al último mes resulta obligado reflexionar sobre las lecciones que podemos obtener de esta pesadilla, y quizá la más visible sea la digitalización que nos instalará en el nuevo año como una sociedad más solidaria, mejor comunicada y más preparada en el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. La educación llegó para quedarse en la era digital.
Los emprendedores de la nueva generación han generado una serie de aplicaciones tecnológicas que a estas alturas ya nos permiten vivir en un mundo casi completamente digital y resiliente, por la capacidad que han adquirido para afrontar la adversidad con mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés y presión. Re-valoran las libertades de que gozaban y hasta minimizaban.
Hemos aprendido a estar siempre dispuestos al cambio y a caminar bajo un fuerte fundamento digital, como lo demuestra la gran diversificación de negocios que ha surgido con la pandemia y que, sin la presión pandémica hubieran sido siquiera inimaginables como son los servicios de streaming, aplicaciones de entregas a domicilio, plataformas de comercio electrónico, videojuegos o los mismos medios de comunicación digitales, que nos colocan desde ya en la Era del crecimiento exponencial en todo sentido. Pero sobre todo hemos aprendido a valorar la salud.
Ya no seremos lo que fuimos antes de la pandemia porque el 2021 marcará un punto de inflexión que cambiará el comercio internacional, la movilidad, los sistemas educativos, las modalidades de trabajo, el rol de los gobiernos y hasta la manera de relacionarnos y de convivencia comunitaria. La familia nos hizo fuertes.
Al reflexionar sobre la importancia de la solidaridad mundial para superar esta crisis, la psicóloga italiana Francesca Morelli dice que la única forma es la reciprocidad, el sentido de pertenencia, la comunidad, el sentimiento de ser parte de algo más grande que nos cuida y que también nosotros debemos cuidar.
La gran lección, entonces, es la conciencia colectiva de que la viabilidad de nuestro futuro queda anclada a una responsabilidad compartida que no está sujeta únicamente al destino personal, sino también al de todos los que nos rodean.
*Licenciado y Maestro en Periodismo
lurame_3@hotmail.com @luciorm
