“De verdad les suplico que usen el cubrebocas, si no es necesario salir donde haya mucha gente por favor no lo hagan, por favor ayúdenos” Itzel Pérez, médico del centro Médico Adolfo López Mateos, del ISEM.
Miguel García Conejo
Este es el ruego, casi clamor, que crece entre trabajadores del sector salud. Doctores, enfermeras, camilleros, personal de limpieza, extenuados por una pandemia de Covid 19 que parece no tener fin.
A casi diez meses del estallido de la emergencia sanitaria en México, Itzel Pérez, doctora del centro Médico Adolfo López Mateos, reconoce el estado de cansancio físico, mental y psicológico que experimentan los médicos ante las cargas extenuantes de trabajo para las que ninguno estaba preparado.
“Terminas cansado, terminas deshidratado muchas veces. Muchos de los compañeros con cefalea porque el ponerse los googles todo el tiempo, el ponerse el cubrebocas todo el tiempo, te genera dolor de cabeza te genera problemas de los ojos los compañeros que usan lentes como yo, y que entramos con googles y con lentes hemos tenido que entrar y trabajarle así porque pues no hay de otra”
Sin embargo, lo que más duele, cansa y desanima, reconoce, es la indiferencia de las familias para cuidarse ante la enfermedad.
“Es muy triste, de verdad, porque yo creo que hasta que no lo tengas cerca, mucha gente no lo va a entender desgraciadamente. Para nosotros son muchos meses de trabajo que a veces de verdad nos sentimos muy tristes, nos sentimos que no podemos más; muchos de nosotros y de mis compañeros están muy cansados, muy cansados”, refiere.
Escenario de incredulidad que se presenta, dice, tal vez en el periodo más complicado, cuando crecen los casos y se alcanza nuevos picos en la incidencia de coronavirus.
“En la parte más fuerte, que fue mayo y junio, teníamos tres pisos de covid y otra ves esta semana volvimos a abrir un piso, es muy triste para nosotros, la verdad, muchas veces nos desanima porque al final nosotros nos estamos poniendo en riesgo, pero también ponemos en riesgo a nuestra familia”, advierte.
Recuerda que lo peor de dejar ir alguien por covid, es la muerte en soledad que experimentan.
“Es muy feo porque la gente muere sola. Es algo que como médico, independientemente de que pasen los años, no estás preparado de ver morir tanta gente tan rápido, de una manera tan triste y solos”, refirió.
Hoy, cuando muchos de los médicos han contraído la enfermedad y otros más han perdido la vida en su misión de ayudar, levanta la voz por sus compañeros y ruega a las familias que los ayuden, también a ellos, a regresar a casa.
“Entiendo que muchos de ustedes sienten que están encerrados y que necesitan salir; pero el hecho de estar en un hospital internados, dependiendo de oxigeno, no se compara con estar en casa”, sentenció.
(Foto: Miguel García Conejo/ Archivo)
