La sanitización de casas se convierte cada día más en un elemento esencial, sobre todo después de presentar dentro de ellas, un caso de contagio Covid-19.
Aranxa Solleiro
La ciudadana María de Lourdes García, quien habita en la ciudad de Toluca, tuvo que estar al cuidado de su esposo Rafael, de 65 años de edad. Su recuperación fue atendida a lo largo de mes y medio dentro de su casa, puesto que por su edad, Rafael ya no era candidato a usar un ventilador en caso de necesitarlo y temían que fuera a ser contraproducente trasladarlo a un hospital.
“Lo cuide con lo que pude, mis hijos estuvieron lejos porque no quería que se contagiara ninguno por mis nietos y sus demás familiares. Tengo tres hijos, cada uno tiene dos hijos, entonces seguramente si alguien venía, podía contagiarse y se hubiera hecho una cadenita de enfermos. Durante nuestra cuarentena y mejoría de mi marido, me enviaron dinero para que comprara medicinas, todas las pedía a domicilio y también la despensa me la dejaba mi hija en la puerta, así ya no tenía contacto con nadie.” Comentó.
Por fortuna, Rafael salió adelante gracias a la suministración de medicinas por parte de médicos particulares que le fueron proporcionados a través de un seguro médico. “Desde hace dos años más o menos, se nos ocurrió empezar a pagar un seguro médico y con eso tuvimos atención, solo fue mínima, de consultas generales, porque ya si hubiera tenido que hospitalizarse, no nos hubiera cubierto el seguro nada y hubiera sido de nuestra bolsa directamente.”
Hoy día, posterior a que Rafael fue dado de alta, la casa permanecerá inhabitada hasta el día 23 de noviembre, pues contrataron a sanitizadores para que desinfectaran cada espacio del inmueble. Por lo que tuvieron que trasladarse a casa de uno de sus hijos y asegurarse de no aspirar tampoco las partículas de los aerosoles.
El costo de servicio de sanitización varía dependiendo del tipo de espacio al que se pretende desinfectar y su tamaño, sin embargo la casa de Lourdes y Rafael, está siendo desinfectada desde el lunes 16 de noviembre, el miércoles 18 y el viernes 20, para contar con un día de ventilación entre cada servicio. Su costo fue de 3 mil 400 pesos y cada día tuvo una duración de 60 minutos.
“Puede que nos veamos como locos, porque incluso hay quienes dicen que es una exageración, pero tanto mi esposo como mis hijos, estuvieron de acuerdo, para la protección de todos, además de cualquier otra persona que pueda acercarse a la casa.” Mencionó.
Según lo dicho por la empresa sanitizadora, la técnica de desinfección de superficies conocida como nebulización en frío es la más efectiva para evitar el continuo flujo de bacterias, virus y microbios, por lo que se debe de contemplar al momento de contratar un servicio.
Si la sanitización se lleva a cabo solamente por un día, se debe de permitir el acceso de personas y animales aproximadamente cuatro horas posterior a la limpieza del espacio, dependiendo de lo reglamentado por la empresa a cargo.
“Nos queda un día más de limpieza y tenemos fe de que será de ayuda y suficiente para que ya no queden rastros, yo me fui a hacer la prueba y salí negativa bendito Dios, pero aun así sé que me puedo enfermar como mi esposo o cualquier otra persona. Es terrible estar encerrado con miedo a que algo que tocas o que el mal uso del cubrebocas te afecte, entonces por salud mental hay que ser precavidos aunque nos llamen exagerados, más vale serlo que estar mal. Pero pues yo creo que hasta que no lo vives, no lo entiendes bien, al menos creo que eso es lo que andan argumentando muchos, tristemente.”
De arriba abajo los espacios se nublaron con el desinfectante y se percibe que no hay labor que no sea de importancia y beneficio para una pandemia que asemeja ser imposible de detenerse.
(Foto: Aranxa Solleiro)
