“Tanto vale el arte de un artista tocando a Händel, un violinista tocando a Bach o un director dirigiendo a una orquesta, como el de un intérprete de música indígena”.
El hecho de que mientras que un director sea aclamado por dirigir el huapango de Moncayo (“es muy chingón”), los músicos que interpretan huapangos en Veracruz tienen que conformarse pidiendo dinero en las esquinas no le resulta equitativo ni justo a Horacio Franco, distinguido por su calidad humana, además del inconmensurable talento como intérprete y director que posee.
Ximena Barragán
Desde el cambio de administración federal en nuestro país, el flautista no ha tenido reparo en manifestar su apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador, la secretaria de Cultura Alejandra Frausto y la política cultural adoptada desde principios del año pasado.
En 2019, el artista de calidad mundial declaró:
“si yo me quedo sin una beca para que alguien que no ha tenido oportunidades la tenga, estoy muy contento, con gusto renuncio” .
Bajo esta línea política, el activo, pero mesurado y prudente tuitero, ha sabido manifestar su aprobación a la revisión de fideicomisos, sin desprestigiar aquellos que, por tantos años, apoyaron la creación artística en nuestro país, como el FONCA, del que fue becario (por última vez hace 10 años) y jurado.
“Era imposible corromperte como jurado, y como becario, imposible saltarse los candados , para presentar o alterar un proyecto”,
aclara en entrevista para Portal.
Sin embargo, precisamente desde su experiencia como beneficiario, uno de los artistas mexicanos más reconocidos a nivel internacional, considera oportuno re pensar el sistema de entrega de apoyos en una nación tan marcada por la desigualdad, donde durante mucho los artistas de alto nivel han gozado de muchos privilegios.
“Los artistas hemos sido muy privilegiados por un sistema cultural instaurado (por el PRI) desde los años 30s / 40s, que estableció un patronato de las artes muy sistemático que después se corrompió, pero que en el inter fue muy generoso con mucha gente”.
La gran deficiencia que el también activista identifica es que, mientras funcionaba para incentivar a los de mejor calidad y mejores condiciones para algunos beneficiarios, limitaba las oportunidades para aquellos que, aunque tenían un alto nivel, no tenían las herramientas para hacer una presentación adecuada, o les faltaba educación musical para pulir su talento.
“Hay mariachis, indígenas, cantantes de música popular que tienen mucho talento, pero no tienen la instrucción debida para interpretar su instrumento de una mejor manera”.
Situación ante la cual espera que se busque una mejoría en la educación artística, así como la idea que siempre ha defendido, de involucrar a la industria privada en el patrocinio de las artes, labor que resulta difícil ante la falta de educación de algunos y la elección de otros de disfrutar el arte en sus más elevadas expresiones, pero en el extranjero.
Asertivo, propio y siempre contundente, Horacio Franco ha sabido convertirse en un referente no sólo cultural, sino del activismo y la solidaridad humana, que corona con una excepcional habilidad para interpretar y dirigir música barroca.
La audiencia mexiquense pudo constatar lo anterior en su participación como director invitado en la temporada regular de la Orquesta Sinfónica del Estado de México, este viernes 13 de noviembre, cuando, desde la sala Felipe Villanueva, dirigió a un grupo reducido de músicos de la que considera una de las mejores orquestas de América, en un excepcional programa que incluyó piezas de Henry Purcell y Johann Sebastian Bach.
(Foto: Redes)
