La educación ambiental que se imparte en las instituciones educativas debe impulsar la reducción de residuos sólidos y emisiones contaminantes, así como el ahorro de recursos no renovables, con la finalidad de generar un impacto positivo a largo plazo en el medio ambiente, indicó la investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México, Liliana Ivette Ávila Córdoba.
Al participar como ponente en el Foro Interdisciplinario para la Sostenibilidad, organizado por la Secretaría de Rectoría de la UAEM, a través de la Dirección de Protección al Ambiente, la encargada del despacho de la coordinación del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo Sustentable de la UAEM explicó que como seres humanos estamos acostumbrados a consumir productos y servicios provenientes de una previa transformación de materia prima, del uso de recursos naturales renovables y no renovables para lograr un desarrollo, un avance científico y tecnológico que está impactando negativamente en el medio ambiente.
“Los daños ambientales son eminentes y afectan todas las capas de la geosfera. Tenemos generación de residuos sólidos urbanos e industriales, no solamente inocuos, sino también los que tienen características de corrosividad, que pueden ser inflamables, tóxicos e infecciosos”.
Afirmó que aunque existe un avance en las instituciones educativas de los diferentes niveles de estudio en materia ambiental, es urgente que la visión que se comparte a través de sus unidades de aprendizaje, materias o talleres sea la de reducción de consumo y con ello, de agentes contaminantes, ya que la propuesta de reciclar no siempre implica reusar el producto sino que requiere el uso de otras materias primas para que tenga nueva utilidad, lo que implica el uso de recursos naturales tanto renovables como no renovables y el incremento de residuos sólidos.
“Se busca que se reduzcan los residuos y es que el reciclaje implica la existencia de procesos físicos que involucran otras materias y, posiblemente, un proceso químico. El fundamento de los análisis del ciclo de vida es reducir la cantidad de residuos, emisiones, descargas, del consumismo”.
Liliana Ivette Ávila Córdoba manifestó que entre las opciones básicas para beneficiar el ambiente están el tratamiento de agua, control de calidad del aire, compostaje, el estudio del derecho ambiental, gestionar inventarios naturales y de biodiversidad, entre otros.
En este foro también participaron los académicos Ángela María Plata Rangel, investigadora de la Universidad “Sergio Arboleda”, Colombia, así como Estelvina Rodríguez y Jorge Alonso, de la Universidad Nacional de Itapúa, Paraguay.
