IRONÍAS DEL TIEMPO ®
Mírame, consiente estoy que no percibes más que un cuerpo, has borrado las sensaciones sembradas en tu figura, así como las emociones prendidas en tu cabello. Como si no importara nada continúas alejándote, el trayecto andado te ha nublado lo suficiente para no ver más allá de las palabras, olvidando que dentro de mi hay más que piel, músculos y sangre.
Aun así, intentas marginar los sueños, ¿Olvidas que para llevarme al frío sólo basta sentirme herido? Reconozco que hace muchas estaciones anidé en ti figuras poéticas que tocaban la divinidad de algo mágico, creamos expresiones en las que fuimos espectadores de lugares en que las noches de luciérnagas se propagaban en el espacio, y en tinieblas como esta, guiñaban un ojo al paso de la luna menguante.
Este es el jodido caminar del segundero que anhela arena para cubrir la memoria, es un detalle más a la composición dadaísta de esta historia de amor perdida en suspiros, en un mar que se secó naufragando recuerdos; simplemente es un reloj descompuesto en la eternidad del silencio, donde el camino en solitario refleja que el alma es libre y la atadura a lo físico la perdió una noche de otoño al tomar agua salada.
Es así como parece que todo culmina al dejar de sentir, la llama ya no consume el calor de un par de texturas desnudas. Consiente debes estar que ya no existo en las ironías del tiempo, nuestras sombras se han perdido a falta de claridad de los días, las remembranzas de mis sueños han trascendido el carmín que dejó de contener mi pecho…, mírame, el camino recorrido cambió la perspectiva.
