La Lotería Nacional para la Asistencia Pública (Lotenal) a 250 años de su creación, forma parte de la historia tangible e intangible de nuestro país, mostrando en su vocación e iconografía una sólida con la cultura y el arte nacional. Muestra de ello es que, de 1843 a 1860 la Lotería se fusionó a la Academia de Bellas Artes de San Carlos, con el objetivo de impulsar el modelo cultural de la época, el dinero que recaudó en ese periodo se destinó a adquirir obras de arte, becas para los estudiantes y al pago de profesores traídos desde Europa, especializados en pintura y arquitectura.
Redacción
No obstante, el origen de esta institución se encuentra tiempo atrás, ya que fue en época colonial, cuando por orden del Rey Carlos III de España, se funda el 07 de agosto de 1770 bajo el nombre de la Real Lotería General de la Nueva España, cuya iniciativa de Francisco Xavier de Sarría proponía un sistema lógico, racional y más sencillo que el europeo, sentando las bases de la Lotería moderna. Sus reglas se dieron a conocer el 19 de septiembre de ese año.
La vocación para la que fue fundada y la relación que desde entonces ha mantenido con diferentes instituciones, entre ellas las culturales, ha dado frutos como en 1881, a 10 años de su creación, cuando la Lotería realizó su primera aportación benéfica al Hospicio de los Pobres y a partir de ese momento inició su práctica como recolectora de fondos para la beneficencia pública.
Más adelante, con los recursos obtenidos se financiaron varios proyectos, por ejemplo, el Alcázar del Castillo de Chapultepec, el Santuario de la Virgen de Guadalupe, Ferrocarril México-Toluca, Hospital General, Hospital psiquiátrico La Castañeda; la remodelación de Paseo de la Reforma, la reedificación de la Basílica de Guadalupe, el Kiosko Morisco, entre otros.
Con recursos que la Lotería recaudó, se adquirieron obras de destacados artistas de la época y se pudo enviar algunos estudiantes a Europa para perfeccionarse en las artes; además de traer a México a importantes maestros, entre ellos a Pelegrín Clavé en pintura, Manuel Vilar en escultura, Eugenio Landesio en paisaje y Javier Cavallari en arquitectura.
Cavallari, además de instruir a sus alumnos en las órdenes clásicas de la arquitectura, les impartía conocimientos básicos para construir puentes, caminos y vías férreas, pues quería llevar a cabo el proyecto de la construcción del ferrocarril, cuyos recursos destinó el entonces presidente Benito Juárez.
Respecto a la importante relación entre la cultura, el arte y la Lotería, el académico del Colegio de Michoacán, Sergio Francisco Rosas Salas, ha manifestado que “en los primeros años de unión de ambas instituciones, los recursos permitieron dar un salto cualitativo a la Academia, que formaba parte de un sólido proyecto de nación. Un importante elemento clave del proyecto conservador era el desarrollo de las artes, ya que su estado indicaba para los hombres de aquellos años, el esplendor o la decadencia de nuestro país. Otro aspecto para destacar son los recursos que la Academia destinó a las obras de beneficencia pública”.
(Foto: Especial Portal)
