“Empezamos muy poquito con una caja de lápices y una de plumas. Tengo yo una regla con los chavitos: me traes tu trabajo bien hecho y te regalo un dulce, una paleta o lo que sea, y luego vienen contentos a enseñarme: mire, me saque un premio” Felipe Morales, dueño de negocio.
Miguel García Conejo
Así recuerda Don Felipe los inicios de su negocio, que nació hace 20 años que, dice, pasan tan rápido como se hojea un cuaderno nuevo o se saca una copia. Su papelería “El Ático” ubicada en el municipio de Lerma, asegura es el ejemplo claro de que el esfuerzo diario rinde frutos y deja muchas satisfacciones.
“Es un negocio noble, yo digo que no es para volverse rico, pero si es lo suficientemente noble para sustentar los gastos de una familia (…) “me ha tocado ver a niños de kínder y ahora ya son profesionistas, vienen con sus hijos y es una satisfacción enorme poderlos ver” Felipe Morales, dueño de negocio
La irrupción del internet y su masificación en los trabajos escolares, indica, fue el primer gran modificador de este negocio que, reconoce, debió sumar el servicio de cómputo para no quedarse fuera.
“Lo que son monografías, lo que se llaman láminas, biografías o relieves tenían una venta fuerte; ahora, últimamente ya no se vende y si se venden nada más es para ilustrar, nada mas para colocarlo dentro de la tarea” Felipe Morales, dueño de negocio.
Sin embargo, dice, sí hay un antes y después de la actividad económica de su papelería, es la modificación del programa de entrega de útiles escolares de gobierno del estado, el cual representó una caída histórica para estos negocios como nunca antes lo habían visto.
“En estas épocas de fechas ya estábamos con los estantes llenos, bien preparados con los cuadernos para todo el regreso a clases, todavía con los vales, incluso para nosotros era una muy buena venta, porque era como recibir dinero en efectivo, sin embargo, a raíz de la entrega de los paquetes escolares, por lo menos a mí en lo particular se me desplomo fácil 50 o 60 por ciento la venta”.
Hoy Don Felipe reconoce que el futuro es incierto por la condición económica que dejará la pandemia, pero sobre todo el cambio del sistema escolar aún con una fecha insegura en el regreso a clases, pese a ello afirma que nunca ha pasado en su mente la posibilidad de dejar su negocio, sostiene que está listo para el cambio partiendo solo del apoyo que le da todos los días su familia.
“No soy yo de las personas que se tiran tan fácil, estamos viendo la manera, ahorita con el apoyo de una de mis hijas hicimos una página en Facebook, empezaron a subir unas fotitos estamos empezando a vender, todavía nos cuesta un poco la logística pero yo creo que es a lo que vamos a llegar más adelante”.
Datos de la asociación de papelerías del valle de Toluca estiman que, del 2019 a la fecha, este sector ha perdido cerca de dos mil millones de pesos en la entidad mexiquense.
Foto: Especial Portal
