¿Qué Tan Riesgoso Resulta Imponer Percepciones Mediáticas a la Realidad?
Imponer percepciones mediáticas para evadir la realidad y los problemas que vive una nación, resulta demasiado peligroso porque agrava y traslada los efectos nocivos hacia el mediano y largo plazos, ya que es de muy corto alcance en tanto pasa la euforia colectiva generada por el engaño retórico del manipulador.
Rasgo distintivo de los gobiernos mexicanos ha sido la manipulación mediática, pero ninguno tan intensivo como el del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien prácticamente copa los espacios mediáticos los siete días de la semana. A todas horas impone a la población sus mensajes y con ello obliga a los medios de comunicación y a la sociedad a ocuparse de los temas que le interesan.
Según la Real Academia Española, la percepción en la “sensación interior que resulta de una impresión material hecha en nuestros sentidos”, pero va más allá porque en dicho proceso está incluido un paso de experimentación de la realidad –los estímulos- y de interpretación.
Redes sociales, medios del Estado, impresos y electrónicos se ocupan permanentemente de lo bueno y lo malo que dice o se habla del Presidente, pero ya sabemos que la realidad mediática no refleja fielmente a la realidad en tanto que maneja fragmentos y cierta mirada, con una descripción de esa realidad modelada a la línea editorial, propiciando en las audiencias un “efecto de realidad”.
No debemos perder de vista que los seres humanos tenemos la tendencia de dar como verdadero lo que percibimos, sobre todo cuando predomina una narrativa discursiva sin el respaldo de los datos duros, lo cual facilita la manipulación de quien emite los mensajes para tergiversar la realidad y que la población tenga una percepción exagerada o bien demasiada pequeña de las cosas del ámbito público.
Carlos Laguna, desde la psicología, advierte que resulta imposible comparar nuestra subjetiva realidad con algo parecido a una realidad objetiva para juzgar su calidad, porque el cerebro prefiere la eficacia a la verdad, y así aconseja que en lugar de dar por absolutas creencias y opiniones, debamos encontrar algo de realidad en la opuesta percepción de otros.
“Un ser humano es un ser que decide”, afirma el psiquiatra Viktor Frankl. Cierto.
*Licenciado y Maestro en Periodismo
Twitter: @luciorm
