Llamas flamígeras que atestan los días comunes, rescate de civiles que corren el riesgo de verse atentados contra su vida. Un cúmulo de emociones que invade el cuerpo desde el sueño de dedicarse a esta labor desde la niñez. Todo se asemeja a un acto heroico, desde el descenso mágico del tubo que permite el inicio de escenarios llenos de dolor y tal vez regocijo. ¡Un espectáculo único ante los ojos de cualquiera!
Aranxa Solleiro
Todos los días desde las seis de la mañana se inicia con la primera rutina, 48 por 24 horas es la jornada laboral, puede que el cansancio se presente, mas nunca el miedo imperará sobre las venas.
Cuatro áreas conforman ahora un cuerpo de bomberos que protegen a la sociedad: verificación y normatividad, atención hospitalaria, área de capacitación y área del sistema integral. El área de atención hospitalaria, por otra parte es relativamente nueva, antes de la pandemia tenía función de apoyo a los bomberos cuando existía algún problema. Sin embargo, hoy día su labor se ha visto intensificada por motivos de atención a posibles pacientes con COVID-19, ya que demás instituciones no se dan abasto.
Ahora el trabajo ha cambiado, puesto que no solo se dedican a labores comunes de atención ciudadana, sino que su dedicación en beneficio de la población, tiene que estar aún más fortalecida. Las atenciones prioritarias deben de ser las únicas que se encuentren en desarrollo, en tanto que las demás actividades como cursos y capacitaciones, no pueden ser llevadas a cabo por respetar las medidas de sana distancia.
Las ambulancias que esporádicamente se percibían rondando las calles de la capital mexiquense, desde marzo han tenido un sube y baja de traslados. “Desde marzo hasta ahorita, se ha trasladado a pacientes. En abril estábamos trasladando a una persona diaria o había días en donde no dábamos atención a nadie, podría decir que tuvimos un total de 3 a 5 personas a la semana en ese mes. En mayo subió nuestra demanda y estábamos trasladando de 2 a 3 personas diario. En junio que fue el pico, llegamos a trasladar de 7 a 8 personas cada día. Ahorita en julio estamos trasladando de 2 a 3 personas, sí ha bajado un poco el trabajo, pero no quiere decir que haya bajado la pandemia, sino que más bien la gente ya no quiere ir al hospital.” Comentó Hugo Espinoza, Coordinador Municipal de Protección Civil y Bomberos de la ciudad de Toluca.
El temor instalado en las personas, ha provocado que solo busquen atención de parte del equipo de protección civil cuando su cuerpo ya no les permite continuar por sí mismos, cuando se siente una intensificación de síntomas y son prácticamente intratables desde casa.
Un equipo de tyvek, mascarilla especial, careta, guantes y una actitud de servicio que debe de representar el trabajo heroico que desde siempre, se le ha adoptado al cuerpo de bomberos. Si los pacientes después de la evaluación resultan ser candidatos a portar el virus, se hace la atención médica. Se traslada al paciente al espacio hospitalario adecuado y posteriormente, se desinfecta el equipo de protección, el equipo de paramédicos y la ambulancia en donde se presentó el traslado.
Es un acto de arte si se quiere contemplar de esa manera, se da la vida por los demás y a momentos parece insuficiente, dado que se ha otorgado atención también a personas que esperan hasta el último respiro en casa por negligencia de solicitar ayuda o simplemente por creer que el virus no sería lo suficientemente poderoso.
Se piensa en policías, en grupos médicos que están combatiendo día a día dentro de un nosocomio, mientras que un grupo de seres que portan un traje de héroe, se ha visto diluido en el imaginario de la ciudadanía. Rescatarlo a través de potenciar su arropo a los toluqueños, previniéndolos de contagios al entregarles un cubrebocas, proporcionarles gel antibacterial y medirles la temperatura, es un acto indudablemente aplaudible.
“Recuerde respetar la sana distancia”, “no debería de salir sin cubrebocas cuando hay riesgo alto de contagio”, “te regalo un cubrebocas, úsalo”, ¿me permite tomarle la temperatura?”, son repetidos en cada recoveco transitado.
El rescate de bomberos ante el imaginario de la ciudadanía, ha provocado que se tengan integrados equipos instalados en las zonas con mayor aglomeración tales como: el Centro Histórico de la ciudad, parques, tianguis y centros comerciales.
Familias enteras sin precaución, esbozando fuertes risas con tono de burla, esquivando la mano del bombero que no pretende nada, más que rescatar lo que posiblemente puede culminar en la muerte. El Comandante Marco dirige estricto y a la vez benevolente con su equipo que trabaja todos los días de 9 de la mañana a 9 de la noche, portando sí, un alma heroica pero siendo más humanos que muchos otros.
“Ahorita estamos que no cabemos de alegría porque esto nos ha acercado más a la sociedad, porque de por sí somos respetados y apreciados, ahora más. Son muchas las muestras de apoyo de la gente hacia nosotros. La imagen del bombero es muy distinta a la de otro tipo de autoridad, por lo tanto nosotros, seguimos llegando en momentos de emergencia para rescatar a las personas. Nuestro actuar siempre es un soplo de vida y esperanza.” Argumentó Espinoza.
Hombres y mujeres portan con orgullo los colores del cuerpo heroico, desde los últimos diez años se ha visto mayor participación de grupos femeninos haciendo labores que comúnmente se identificaba solo realizado por varones. Tan solo en la última administración se ha contratado a quince mujeres en el área de protección civil, reafirmando que mientras se tenga la pasión y la vocación, será todo tipo de personas bienvenidas.
Entre 20 a 25 personas atienden cada operativo relacionado a la pandemia del día a día, acumulando alrededor de 50 en acción. Sin embargo, se tiene por supuesto, a un equipo de respaldo para situaciones alternas de emergencia.
Por otra parte, el sistema de voluntariado sigue siendo fundamental para fortalecer la labor de protección civil, cualquier persona mayor de edad, con condiciones favorables de salud, con espíritu de servicio y contando con un seguro médico puede formar parte. Si se desea participar en el área hospitalaria, se requiere una carrera técnica en urgencias médicas y si desean participar en el cuerpo de bomberos, se requiere por lo menos contar con la preparatoria terminada.
La sonrisa se distingue a pesar del cubrebocas de cada uno de los que conforman al equipo. Se camina con orgullo el uniforme provocando caminar rectos sobre el patio donde se encuentran las unidades que movilizan a los bomberos. Los uniformes de los que tratan con fuego y son constante rescate de animales en peligro, se perciben en espera de cualquier llamado repentino: guantes, botas, casco y chaquetas con destellos color negro que marcan la lucha de aquellos días de sofoque fulminante.
Saluda a cada uno el Comandante, como si fueran sus propios hijos y suplica de manera brillante que se cuiden, incluso a aquel que le da la espalda.
(Foto: Aranxa Solleiro)
