El Foro de Cooperación, Entendimiento y Solidaridad, creado por el Tecnológico de Monterrey y la Universidad de Standford, el cual permite a estudiantes de Estados Unidos de América y la República Mexicana discutir problemas de relevancia para ambas naciones, organizó una video conferencia relacionada a la importancia del distanciamiento social para soslayar el contagio masivo del virus Sars-Cov-2.
Aranxa Solleiro
El Médico Mauricio González, quien es egresado de la Universidad Autónoma de Campeche y actual internista en el Metropolitan Hospital Center en Nueva York, fue el encargado de impartir la conferencia, dado que su conocimiento y experiencia en tratar a la enfermedad ha ido fortaleciéndose tomando en cuenta que radica y ejerce como médico de primera línea de atención a pacientes de COVID-19 en la ciudad neoyorkina, siendo una de las más afectadas por el virus en el país estadounidense, contando con más de 23 mil 200 decesos al día de hoy. González es también reconocido por su aportación a la dieta basada en plantas, divulgando estudios científicos que acreditan un impacto positivo al bienestar de la salud en la sociedad.
Derivado de la población en constante cuestionamiento sobre la relevancia del confinamiento, el médico asegura que el mundo se encuentra viviendo un escenario nuevo, en tanto los efectos y síntomas del nuevo coronavirus son presenciados de manera diversa en los enfermos, dañando no solo a adultos mayores, sino a jóvenes y niños con sintomatología distinta en cada grupo social, tal como trombosis, enfermedad de Kawasaki y daños neurológicos, sin olvidar que por ello, no se cuenta con un tratamiento específico para sobrellevarlo y obtener una recuperación inmediata.
Especialistas han tomado referencias sobre pandemias anteriores, las cuales han reaccionado con la implementación de acciones similares en la sociedad para evitar una propagación de los virus. Casos como los presentados en la influenza o gripe española en 1918 y 1919, la cual ha sido la más devastadora del siglo anterior, quitándole la vida a más 50 millones de personas, los gobiernos instauraron reglas de aislamiento y confinamiento para mantener a salvo a la población, es por ello que con el caso del COVID-19, la historia se repite.
Por otra parte, González puntualizó que la difusión de información ha sido saturada de falsos datos, puesto que basándose en una investigación elaborada por la Escuela de Ciencias de la Computación de la Universidad Carnegie Mellon, en donde se menciona que se detectaron 200 millones de tweets relacionados con COVID-19 y de ellos el 82 % fueron realizados por robots, da resultado al objetivo de dividir a la sociedad instalando dudas y consternación hacia acciones tales como: la redes 5G que se dicen ser causantes del virus, la creación del virus en laboratorios, mensajes para colocar a la sociedad contra las vacunas, reapertura de destinos con altos riesgos de contagio, entre otros.
A manera de sugerencia el médico mencionó que el compartir información sin revisar la fuente es también relacionado con un proceso psicológico, es decir, los individuos piensan actuar de manera inmediata para informar a sus seres queridos de lo que ocurre, no obstante una baja cantidad, no se da el tiempo de revisar el origen de ella.
La idea del confinamiento no solo es adquirida por el aprendizaje de pandemias anteriores, donde en el peor de los casos, justo en el tiempo de la gripe española, ciudades como Philadelphia llevaron a cabo un desfile –por escepticismo y mala información- causante de una aglomeración excesiva resultando en un 50 % de contagios en su población en relación con el número total y esto, no solo recae en el aspecto de una sobresaturación hospitalaria, sino que enfermedades de atención urgente carecen de espacio y personal médico, afectando a más grupos sociales.
Por ello, la creación de una ley desde el punto de vista epidemiológico debe ser basada en evidencia científica. Al ser seres sociales por naturaleza, buscamos por necesidad la interacción con otros, por lo que ha derivado en un dilema para los individuos el mantenerse en poco contacto físico con los demás. Empero, el impacto de solo una persona infectada teniendo interacción con más sujetos sociales y sin tener un cuidado de distanciamiento o el uso por lo menos de cubrebocas, podría conllevar al contagio de 2.5 personas, lo cual se considera un número alto de transmisión.
Añadió también que el uso del cubrebocas es esencial no para enfocar el pensamiento de protegerse a uno mismo, sino para evitar que las demás personas que están a nuestro alrededor lo hagan, esto por el hecho de que 5 de cada 10 personas son asintomáticas y podrían poner en riesgo la salud de los demás. Resaltando evidentemente que las gotas de saliva por una persona con carga viral alta podría viajar de 3 a 6 metros, a comparación de una persona con síntomas leves o sano, donde solamente son capaces de viajar de 1 a 2 metros de distancia.
El galeno sugirió que al término del confinamiento, seguirá siendo esencial mantener las medidas básicas preventivas tales como: el lavado constante de manos con duración de 20 segundos, el uso del cubrebocas, el respeto al distanciamiento social y salir lo menos posible de casa si es posible.
Finalmente, propuso colocar centros de limpieza de manos en puntos estratégicos de las ciudades, particularmente en territorios con más número de contaminados para que la gente tenga acceso a ellos y no disminuya su limpieza.
(Foto: Aranxa Solleiro)
