Barajeando: Ómnibus en latín quiere decir “para todos”, siguiendo a Gabriel Zaid: “Así fueron llamados los coches de caballos que empezaron a dar servicio colectivo, en vez de particular. Con el ferrocarril surgió el tren ómnibus: el que lleva carruajes de todas clases y para en todas las estaciones. Luego el autómnibus, y así el autobús, el microbús, etcétera.” Traje a cuento esto porque precisamente estamos todos subidos en el ÓMNIBUS COVID-19, aunque muchos no lo vean así. La pandemia nos igualó.
Para nuestra fortuna, los mexiquenses nos sentimos cobijados por un Gobernador responsable que está consciente de la emergencia mundial que nos preocupa y nos ocupa; recordemos que cuando asistió a la reunión con el presidente en palacio nacional, Alfredo del Mazo fue el único que traía colocado su cubrebocas… mostrando alto grado de respeto y cuidado por los asistentes, no vaya usted a pensar que no alcanzó estampitas de detente.
Jugando con las cartas boca arriba: Con la pandemia se pusieron de moda las fases, en este momento los mexicanos estamos en la D < descontentos > pero, ¿acaso los niveles de cinismo e irresponsabilidad de la gansocracia terminarán por colocarnos en la siguiente etapa DD < desesperados >?
No es por nada, pero la ausencia de seriedad y congruencia, saca de quicio hasta al más estoico; en campaña este era su discurso: “Es que vamos a fomentar la generación de energías con recursos renovables, con el viento, con el sol y con el agua”; dejaba a entender su postura a favor de la “descarbonización” de la economía, ya con las riendas del país, su postura es asimétrica, ahora se ha encargado pero de la “encarbonización” del pueblo.
Además de lo evidente que hace que la mayoría “tengamos los pelos de punta”, con su discurso con giro de 180 grados que ha erosionado su liderazgo por su falta de congruencia, ahora vemos con preocupación que ha pasado de los abrazos a ser abrasivo y así vivimos expectantes la marcha letal del ÓMNIBUS COVID-19.
Ocho negro: Por favor quisiera que tenga presente el siguiente comportamiento presidencial: una crisis económica se vislumbraba aún antes de la llegada del coronavirus; el contagio ha puesto al descubierto “los moditos” en que el presidente ha dejado la economía vulnerable; el brote ha exacerbado el desempleo y la inflación, ya de por sí altos, y ha unificado a su oposición política; control autoritario sobre la política fiscal; trata de salvarse a sí mismo, después a la economía y al final, detener el contagio; mantiene un estricto control sobre los medios y los mensajes de gobierno; adopta un tono paternal en sus discursos, buscando dar tranquilidad; me puedo imaginar en quién pudiera estar usted pensando, pero no, se trata del dictador turco Erdogan con 18 años en el poder.
Tirando los naipes: Nuestra solidaridad al periódico REFORMA, ya que a pesar de resultar incómodo a la gansocracia, no baja la guardia; ayer el magistral cartón de Calderón (le saca ronchas este apellido), le recetó una novena de beisbol: “pobre, inseguro, sucio, árido, enfermo, ignorante, corrupto, dividido, aislado” y, el columnista Luis Rubio publicó: “El gobierno mexicano en el sentido más amplio de la palabra, es incompetente, burocrático, abusivo y, sobre todo, ineficaz. La gran transformación sería construir uno que funcione y no hacerlo todavía más fallido de lo que ya de por sí es” y así concluyó su editorial: “ La conspiración no es lo suyo, excepto cuando se trata de quienes percibe como enemigos”.
As de oros: En esta semana que inicia, cumplirá cincuenta y pocos, y partirá pastel, pero sin apagar su velita, ya que siempre la tiene prendida, uno de los políticos mexiquenses más experimentado y reconocido, Miguel Sámano Peralta; ya preparan el mole de caderas para recibir a quienes acudan a felicitarlo hasta el valle de los espejos. No, no, ahora recuerdo que no son los tiempos de las reuniones masivas.
Foto: Esteban Lopez en Unsplash
