La condición médica del asma afecta de 5% a 12% de la población mexicana, es decir: a 2.78 de cada 1000 habitantes, siendo la ciudad de Toluca la séptima de la República con más problemas asmáticos en su población. Según un estudio de epidemiología de la Universidad de Guadalajara, hecho en 2017, es una de las primeras diez consultas médicas en los centros de salud.
Aranxa Solleiro
La razón por la cual se presenta es por el hecho de que “existe una inflamación y estrechamiento de los bronquios, con lo que disminuye su diámetro interno y se reduce el flujo de aire que entra y sale de los pulmones. Los principales factores de riesgo son la combinación de una predisposición genética y la exposición ambiental que pueden provocar reacciones alérgicas”, menciona el médico Héctor Ocaña, especialista en vías respiratorias e investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México.
A pesar de que su presencia es principalmente diagnosticada en el área pediátrica, las personas adultas aún son susceptibles a padecerla, esto en su mayor parte por la condición ambiental en la que habitan, regularmente, los habitantes de zonas urbanas, debido al alto porcentaje de contaminación en el aire que inevitablemente provoca que los pulmones sean los más afectados.
Al día de hoy, en tiempos de pandemia derivada de COVID-19, los pacientes con problemas asmáticos temen ser personas de alto riesgo a sufrir daños severos si contraen el virus, ya que el principal sistema afectado es el respiratorio. El investigador Ocaña asegura que:
“no hay evidencia certera de que contraer el virus pueda afectar con gran impacto a personas asmáticas, mas es posible que tengan más sensibilidad de incrementar síntomas que les lleven a recurrir a inhaladores a pesar de tener un largo tiempo sin usarlo o a una atención urgente para una intervención de oxigenación.”
Estudios realizados en la clínica de Asma del Reino Unido el pasado marzo liderados por el Doctor Andy Whittamore, indican que posiblemente el ADN de las células pulmonares pueden detectar el virus si es contraído y centrarse en él sin tener afectaciones más severas en los bronquios con personas asmáticas, incluso es posible que sean más resistentes a los efectos que se presenten derivados del virus. Sin embargo, esto aún no está totalmente comprobado.
Por tanto, al cuestionar al galeno Héctor Ocaña sobre un tipo de tratamiento preventivo para la comunidad con condiciones respiratorias de este tipo, menciona que “usar el inhalador por lo menos dos veces al día es un buen tratamiento para mantener en un correcto funcionamiento a los pulmones, además de llevar un tratamiento común consumiendo medicamentos que detengan la sensibilidad a la alteración de alergias, considerando también que estamos en la estación del año en donde se presentan más por el polen de los árboles y las plantas que están en el aire.”
Ocaña asegura que, derivado de este tipo de virus, posiblemente se comiencen a incrementar los estudios relacionados con la patología asmática, ya que un número de población que se recuperó y se recuperará en un futuro de un caso severo de COVID-19, tendrá que llevar a cabo una terapia pulmonar que permitan el fortalecimiento de los bronquios y, con esto, regresen a realizar sus actividades con la mayor normalidad posible, similar a lo que las personas con asma viven al presentar una crisis y es causa de aproximadamente 4000 muertes al año en el país.
Finalmente, Ocaña recomendó a los pacientes asmáticos ser persistentes en su cuidado y, si es posible, consultar la actual Guía Mexicana de Asma publicada por el Colegio Mexicano de Inmunología Clínica y Alergia en el 2017 (https://bit.ly/3a8YJPh) en el cual haciendo selección a la liga, se descargará el PDF con el archivo.
Foto: Redes
