“En la bicicleta encontré el remedio para el acoso, una herramienta para mi independencia”, así lo reconocieron mujeres y ciclistas al lamentar que el espacio público es el escenario de acoso, hostigamiento y violencia de género.
Miguel garcía Conejo
Durante el conversatorio organizado en Remedios Bicicletería y Café, jóvenes emprendedoras platicaron su experiencia sobre “La bici como remedio contra la violencia de Género”.
Desde los miedos que inundan a los usuarios de las calles, como ser atropelladas hasta ser violadas y desaparecidas, es lo que concluyeron que tienen que enfrentar las mujeres.
“Antes me daba miedo, ahora no importa la hora salgo en mi bicicleta, no depende de nadie, si me ven, si me siguen con la mirada, no importa, es problema de quién lo hace, me subo igual en falda y en tacones y pedaleo”, comentó Carolina, del proyecto Farah.
En el conversatorio, Ana Vargas, una de las organizadoras, reconoció que la bicicleta le ha permitido vivir la ciudad y el feminismo de una manera sustentable, amigable con su cuerpo, con sus límites y con los derechos de los demás usuarios.
Por ello, coincidieron en que las políticas públicas deben estar encaminadas ha fortalecer el sistema de ciclovías, la educación de los usuarios de las calles y dejar de favorecer al crecimiento de la infraestructura automovilista que cobra vidas, al tiempo en que debe ser el transporte público una opción segura para mujeres, para los usuarios en general, y no un punto de miedo.
(Foto: Miguel García Conejo)
