Entre risas, colores y narices rojas, este martes decenas de profesionales de la risa festejaron el Día del Payaso, primero con una misa de agradecimiento en la Catedral de Toluca y después esparciendo su chispa por las calles del primer cuadro de la capital mexiquense.
Miguel García Conejo
Si bien lo es fácil sonreír en tiempos violentos, reconocieron, hoy más que nunca buscan arrebatar sonrisas con humor blanco, lejos de las burlas y los albures, en especial para preservar la inocencia de los niños.
“Te maquillas el alma, la tienes destrozada, pero tienes que salir con una sonrisa no puedes llegar a un show cabizbajo por ejemplo con una niña que es su fiesta, pero tienes que salir al 100 por ciento como se debe trabajar y sacar una sonrisa porque ellos con su alma nos sonríen”, comentó Frijolito Show, quien durante más de 20 años se ha dedicado al arte de hacer reír.
Acompañados de sus familias, la mayoría de segunda o esta tercera generación de payasos, afirman que esa es su principal motivación; hacer que el dolor por grande que esté sea se olvide, principalmente en los niños que enfrentan y luchan contra una enfermedad donde hacer reír más que una tarea, dicen, debe de su principal motivo.
Durante la misa, el padre Jorge Rosas los exhortó a seguir brindando alegrías, ya que, lamentó, no todos viven en un hogar feliz, pero los payasos “a través del don que Dios les dio, regalan paz a los corazones acongojados”, y por ello los bañó con agua bendita.
Después de la ceremonia religiosa, los fabricantes de risas dejaron la solemnidad atrás y salieron a las calles de Toluca para esparcir su emoción con dulces, globos y sus mejores rutinas, portando orgullosos la nariz roja característica.
(Foto: Redes)
