En la última semana medios nacionales alarmaron sobre brotes de Coxsackie en distintos municipios mexiquenses, sin embargo, al ser ésta una enfermedad común en la primera infancia, especialistas en el tema descartaron que se pueda considerar una epidemia.
Miguel García Conejo
En la información difundida, se señala a Chicoloapan, Texcoco y Metepec como focos rojos en materia del también conocido como síndrome de “boca-mano-pie”, sin embargo, es una enfermedad que desaparece un máximo de dos semanas.
Al respecto, el jefe del Departamento de Epidemiología del Instituto de Salud del Estado de México, Uriel Rivas, recordó que este virus de autolimita y que no pone en riesgo la salud de los menores.
“No tiene ningún riesgo para la vida, para el pronóstico de salud de los niños, pero sí es muy importante que cuando los padres detecten este tipo de anomalías o lesiones acudan de inmediato a los servicios de salud y no mediquen a los pequeños sin supervisión médica, ni con pomadas”.
Los casos que se han reportado, añadió, se han dado de manera aislada, por lo que no pueden ser calificados como un brote.
El coxsackie se puede transmitir de persona a persona, generalmente por no lavarse las manos y por las superficies contaminadas con excremento, donde las bacterias pueden vivir durante varios días.
En la mayoría de los casos, las infecciones por el virus de coxsackie provocan síntomas gripales y desaparecen sin tratamiento.
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