As de oros: En la semana que recién concluimos, el Gobernador Alfredo del Mazo, se anotó dos grandes aciertos: el primero, en el ámbito cultural, al inaugurar el Centro Cultural Mexiquense Anáhuac y, el segundo, con su compromiso de brindar espacios en su gabinete para las mujeres, que vienen a fortalecer las políticas de género que ha sido un compromiso de su gobierno.
Póquer de damas: Tal como les ofrecimos en entregas pasadas aquí está la “lista rosa” que encabeza, por supuesto, la eterna presidenta del PRI estatal, Alejandra del Moral (Cuautitlán Izcalli); las recientemente incorporadas al gabinete estatal: Evelyn Osornio (Toluca) Secretaria de Turismo; Rocío Díaz (Tecámac) Secretaria de Desarrollo Agropecuario; Alma Quiles (Neza) primera mujer en dirigir el Instituto Mexiquense de la Vivienda Social, IMEVIS.
Las mujeres mexiquenses ocupan un lugar destacado, en la política municipal, estatal y nacional, lo que demuestra una vez más, que ya es tiempo de que el Estado de México, sea gobernado por una de ellas; hasta el momento, las cartas fuertes son: Ana Lilia Herrera Anzaldo (Ecatepec), Laura Barrera Fortoul (Metepec) ambas son actualmente diputadas federales; Martha González (Toluca) actual Secretaria del Trabajo; Carolina Monroy (Metepec) actualmente trabajando por las mujeres oaxaqueñas, pero sin olvidar a sus paisanas y por supuesto, Alejandra Del Moral (Cuautitlán Izcalli). Por respeto a la personalidad y trayectoria de las referidas, no consideramos a una que otra mujer, que les dieron la oportunidad, pero que lejos de atesorar valores cualitativos, optaron por el camino del crecimiento cuantitativo, sí, ese de los bienes muebles e inmuebles, las cuentas de banco y los antros y restaurantes.
Ocho negro: “Los Morenistas” mexiquenses, no dejan de frotarse las manos, disfrutando el “frenesí” del poder, es por eso que en la Cámara de Diputados local, sólo se escuchan los sablazos y el “golpeteo”, por la lucha para colocar a sus fieles al frente del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México, como dijera el clásico “no se hagan bolas” Maurilio Hernández, tiene la “bolita mágica”.
Casa de Naipes: Al tiempo que iniciaron las labores para cavar las cepas de los cimientos del “Muro de Berlín”, empezaron a cavarse las mismas fosas para enterrar al “comunismo”. Finalmente, en 1989, hace ya 30 años fue derribado y con éste, el comunismo. Vaclac Havel, líder del movimiento de liberación dijo: “¡Cuidado! porque la caída del imperio soviético puede ser como la caída del imperio romano: no dio paso a un período de esplendor, sino de decadencia y oscurantismo.”
El 9 de noviembre de 1989 perdieron las dictaduras comunistas y ganó el mundo libre, tres décadas después, se dan los primeros “mazazos” para derrumbar las dictaduras en Latinoamérica, cayó Evo Morales y calló el discurso triunfalista de las voces “endulzadas” por los mesías.
A 30 años y un día de distancia, las “sacudidas telúricas” producidas a la caída del Muro de Berlín, dieron paso a la imparable desintegración del bloque soviético y a los parcialmente fallidos procesos de transición del socialismo real al capitalismo liberal de las naciones del Este sometidas hasta entonces al yugo soviético, colocando alfombra roja a un nuevo modo de entender y mirar la historia.
El capitalismo liberal y su “acorazado insignia”, Estados Unidos, se quedaron solos en la cima y se prepararon para disfrutar de una incontestable hegemonía. El consumismo y la inmediatez levantaron grandes tolvaneras tras de las cuáles germinaron los ególatras y “encantadores de serpientes” abanderando el ahora tristemente célebre Populismo.
Al tiempo de que las generaciones del momento se “dormían en sus laureles”, despertaba una nueva generación, conocida como “Los Millenials”, expertos en redes sociales y en la construcción de hegemonías basadas en la amistad y en la protección del medio ambiente; nuevas maneras de participación política.
Estos jóvenes, en su gran mayoría mujeres habitantes de la ciudad más próspera del país, Santa Cruz de la Sierra Bolivia, muy cerca de donde fue asesinado Ernesto “Che” Guevara, fue el núcleo de las movilizaciones que prendieron la mecha de la rebelión antirreleccionista, orillando al ejército a “sugerir” la dimisión de Evo Morales.
Sin ser ciudades hermanas, distantes a poco más de 6,700 kilómetros, comparten grandes similitudes Santa Cruz de la Sierra, Bolivia y Culiacán, Sinaloa, México. Ambas con una gran riqueza natural, cuna del narcotráfico en su país, sus habitantes en su mayoría jóvenes mujeres bellas y alegres, con grandes capacidades de liderazgo y de organización, transitan por calles perfectamente trazadas, arboladas y con un calor infernal. Santa Cruz con casi el doble de habitantes de Culiacán, asentada en las riberas del Río Piraí, mientras que la segunda, se asienta en las riberas de los ríos Humaya, Culiacán, Tamazula y San Lorenzo.
El uruguayo Eduardo Galeano en su libro “Las venas abiertas de América Latina”, publicado en 1971, coincidió con una época plagada de enfrentamientos sociales, políticos e ideológicos en América Latina en el contexto mundial de “la guerra fría”. Poco después de su publicación vino el golpe de Estado en Uruguay. Esta obra marcó la época en la que se escribió, causando honda huella entre los jóvenes críticos, al grado de llegarse a considerar como “La Biblia latinoamericana”. En este recién concluido octubre convulso en Chile, Bolivia y México, ha llegado el momento de que la Generación de Millenials latinoamericanos, escriban una nueva narrativa en pro de la democracia y de la atención a los efectos del cambio climático.
(Foto: Redes)
