El sincretismo cultural ha derivado en una diversidad se pensamientos y creencias que se pueden observar en todo el país, una de estas prácticas es la propia religiosidad que se ha convertido en parte de la identidad de las comunidades, afirmó María Teresa Jarquín Ortega.
Marcela Moreno
Durante la presentación del libro “Santos, devociones e identidades en el centro de México, XVI-XX”, mencionó que es interesante analizar las similitudes que existen entre los calendarios de las etnias y el de las religiones actuales, “nos damos cuentas que hay mucha similitud, porque se trata de una mezcla”.
Detalló que la llegada de los españoles en el siglo XVI dio origen a un proceso de evangelización que hoy en día se encuentra arraigado en las zonas rurales y urbana, donde se adoran a los santos como parte de la identidad de los campesinos y de los habitantes de las grandes ciudades.
“Han hecho suyos diversos símbolos identitarios que los une tal como pasa en las fiestas de los pueblos, donde todos participan y colaboran en una actividad que nos muestra su relación con el pasado, principalmente con los ciclos agrícolas”.
Por lo anterior, aseguró que es importante rescatar este tipo de conocimientos, dado que registran la historia y evolución de la sociedad, de sus prácticas, creencias y visión del mundo, “es algo que ya se reconoce, por eso es que este libro ha tenido éxito tan grande y nos han contactado del propio Colegio de México, la Ibero, la UNAM, etc.”
Para finalizar instó a los interesados a adquirir esta obra y aprender sobre los fenómenos de apropiación, adopción y reelaboración simbólica de las identidades sagradas, incluidos casos en los que la influencia de religión oficial tiene mayor impacto mediante la difusión, promoción e impulso de determinadas devociones.
(Foto: Marcela Moreno)
